Whore!

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  • Dedicado a Natalia,gracias por alentarme a hacer esto posible
                                    

Ese día yo iba dándome una vuelta por el súper con Abi, después de caminar y caminar empezó a anochecer, teníamos que irnos ya o nos regañarían, nos fuimos al estacionamiento y comenzamos a buscar el auto, y con lo único que nos encontramos fue con Aldo, un chico extremadamente guapo, chaparrito, ojos verdes, piel bronceada, y unos labios muy muy antojables, rosados y carnosos, gruesos...

Aldo me pidió que lo saludara y bueno yo lo hice, le di un beso inocente en la mejilla, pero mis labios alcanzaron a tocar la comisura de los suyos.

Queríamos más, aún que supiéramos que está mal, ambos estamos en una relación!;hablamos un rato y entre coqueteo mutuo Abigail me recordó que teníamos que irnos, ahí estaba otra vez el problema, tenía que despedirme, pero como mierda lograría controlarme? ,me acerque a su mejilla, el giro su cabeza para encontrar nuestros labios y bueno como lo dije antes no pude controlarme, comenzó con los movimientos dignos de un beso y no tarde en corresponderle, era un beso salvaje, desesperado, cada vez se volvía más caliente , Abi solo observaba con la boca tapada con sus manos.

La sensación de esos enormes labios succionando los míos era demasiado para mi cuerpo, comenzamos a acercarnos a la pared hasta que su espalda quedara contra ella, el beso comenzó a ser mucho más rápido, lo mordía cuando tenía oportunidad, cada vez que lo hacia sentía su sonrisa, estábamos disfrutando, demasiado diría yo, comencé a pensar en mi novio, ¿por qué él no me besaba así? ¿Acaso le daba asco?, -bueno por lo visto a Aldo no- pensé y fue cuando note su creciente erección presionando en mi vientre, no me molestaba en lo absoluto pero ya no tenía aire, necesitaba respirar! Me separe no sin antes darle una última mordida, estoy segura de que mañana tendrá los labios muy hinchados.

Me sonrió [¡Dios esa sonrisa!] le respondí la sonrisa con otra sonrisa, sin decir nada me di la vuelta y me fui de ahí Abigail no quiso reprocharme nada, supongo que lo haría en el auto donde nadie escuchara.

Llegamos al auto en donde estaba esperando impaciente otro de mis amigos: Abraham, alto, fornido, pelirrojo, ojos oscuros que reflejan misterio, una sonrisa que te alegra el día y unos perfectos labios rojos... Me subí al auto, aún confundida por lo que había pasado, le pedí a Abi que manejara, yo iba en la parte trasera platicándole todo a mi compañero de asiento.

-Y bueno, lo bese- dije apenada

-Whore!*-contesto el con un tono burlón

Golpee su brazo y el me contesto con otro golpe, le di un golpe más y comenzó una lluvia de cosquillas contra mí, yo solo reía lo más alto que podía, manoteaba y pataleaba hasta que sin querer posicione mi mano en su miembro, gruñó no sé si de dolor o de... Excitación?[No, no puede ser, el solo te ve como una amiga, no pudo haberle gustado]-pensé.

-Hemos llegado perras!-dijo Abigail interrumpiendo mis pensamientos.

Pero que rayos? Se supone que iríamos a mi casa no a la de Abraham.

Su casa era impresionantemente grande, tenía un patio trasero precioso, plantas y plantas por todos lados y en el medio una fuente en la cual vivían algunos pececitos, me encantaba ir a su casa!

Su sueño siempre fue vivir solo y bueno, ahora por fin lo cumple.

Abi se encargó de avisarles a nuestros padres sobre que nos quedaríamos a dormir en casa de Abraham, no hubo problema, nuestros padres estaban acostumbrados a que estuviéramos juntos casi todo el tiempo. De tanto que dormíamos en esa casa teníamos algunas mudas de ropa y una pijama para casos como este, nos cambiamos y fuimos a dormir (ya que la casa era muy grande Abraham nos había asignado un cuarto a cada una, lo teníamos hasta decorado a nuestro gusto).

[Más tarde...]

Acostada sin poder dormir por lo pasado esa tarde saque mi teléfono un rato, contesté algunos WhatssApp's y note que Abraham estaba en línea.

Sueños,Pesadillas y FantasíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora