I. Intercambio

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Un zumbido retumbó muy cerca de su oreja, casi dejándolo sordo, removiéndose estiró la mano hacia la mesita de noche, a su izquierda, cosa que no encontró nada. Fastidiado por la horrible canción que su propio móvil decidió cambiar por él solo sin motivo aparente, Taehyung abrió un ojo sin ser consciente al cien por cien, y observó a su alrededor, encontrando la mesita de noche al otro lado.

Con un suspiró, rodó por la cama y agarró el teléfono, a ciegas apretó el botón de aceptar la llamada, bloqueado por el sueño todavía presente.

- ¿Sí? - su voz salió áspera, pero no grave. Sin esfuerzo aguantaba el móvil en su oreja sintiendo como le inundaba el sueño de nuevo.

- ¡KIM TAEHYUNG SAL DE MI CAMA! - apartó el aparato nada más se escuchó la primera silaba desde el otro lado de la línea.

- ¿Pero qué? Oye tranquilizate ¿quieres?

- ¡No, no quiero! - se escuchó respiraciones hondas, sea quien sea quien esté llamando estaba intentando tranquilizarse.

Ante ese hecho, Taehyung frunció el ceño, volviendo a abrir los ojos, esta vez más despierto por el grito de antes, miró la pantalla para ver quien era.

Número desconocido.

Y se dio cuenta, la voz del otro lado era grave, más que la suya.

- De acuerdo. - sonó de nuevo pareciendo más calmado. - Kim, levántate de Mi cama, y ves al baño, por favor. - genial, falsa calma. ¿Pero quién se creía?

- No me voy a levantar solo porqué tú me lo digas, no sé quién eres y tengo sueño, estoy cansado y quiero dormir, así que... - se separó del móvil queriendo colgar cuando otro grito se escuchó.

- ¡CÓMO ME CUELGUES KIM TE MUTILARÉ Y TE DARÉ DE COMER A LOS CERDOS!

- ¿Sabes que tanta agresividad no es buena?

- Por el amor de Dios, ves al baño.

- Vale, voy. - dijo nada más para callar aquella voz. Quizás estaba soñando y se estaba meando o algo y su subconsciente le decía que se levantará para no mearse en la cama...

- ¡YA! - escuchó de nuevo.

- Ya, ya, ya voy.

Esta vez sí que se levantó, con el teléfono en la mano colgando de su cuerpo, caminó por la habitación para salir al pasillo hacia el baño, él, yendo tan seguro, se conocía su cuarto de memoria, por qué no ir seguro. Pero su cuerpo chocó contra un armario, tropezándose con sus pies cayó al suelo de culo, soltando un quejido de dolor sobándose su cara y su espalda baja.

- Pero qué, ¿dónde está la puerta?

Por el silencio de la habitación, pudo escuchar un suspiró cansado desde su móvil.

En Tu Piel [KOOKV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora