En Tu Piel [KOOKV]

V. Entretenimiento

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- ¿Y todo esto? - dijo Jungkook mirando sorprendido por ver los diversos espacios de tierra donde flores bien organizadas crecían hermosas.

El lugar no era muy grande, pero suficientemente espacioso como para tener pequeños huertos lleno de flores de colores, de diferentes tipos, tamaños, aspectos y significados, rosas, tulipanes, lirios, de todo disponible en diversas franjas preparadas para la flor en sí. Con el camino de piedra que conectaba a todas aquellas delicadezas, en el centro del lugar había una fuente donde el agua corría tranquilamente, lo suficientemente grande para tener un par de peces en el lugar y un angelito en uno de los bordes con las alas de mármol extendidas. Con un techo de cristal que permitía la entrada de luz, algunos de aquellos cristales estaban abiertos permitiendo la entrada de aire.

- Es un secreto, nadie más que el jardinero puede entrar, y bueno, Noona también para preparar los ramos y eso. - comenzó a caminar hacia el centro rodeando la redonda fuente, Jungkook le siguió.

- ¿Y cómo que conoces éste sitio?

- Por lo que hay allí dentro. - señaló a un almacén algo viejo, pero se veía en condiciones.

-  ¿Y qué hay dentro? - le siguió hasta que ambos se detuvieron en la puerta.

- Pequeños monstruos, ten cuidado porque les están saliendo los dientes y tienden a morder. - buscando una llave se dispuso a abrir la puerta.

Abriendo la puerta, Taehyung se apartó dejando que cuatro cachorros salieran de allí meneando su cola con suma alegría, corriendo y saltando en los pies del cuerpo de Taehyung y acercándose a éste con recelo al no conocerlo.

- ¿Quiénes son? - Jungkook se agachó comenzando a acariciarlos. Taehyung también se acuclilló y acarició a los que se acercaban a él.

- Los perros tienen crías y los dueños no los quieren, los abandonan, y aquí están.

- ¿Cómo conoces éste lugar? - Jungkook le miró.

- Estaba alimentando a éste pequeñín - rascó tras la oreja de un cachorro color café. - el jardinero me vio y dijo que tenía donde llevarlos, me enseñó esto, cada vez que puedo vengo a jugar y cuidar de ellos. - sonrió cogiendo a uno de color más claro. - ¿Verdad que sí, pequeña? - acarició con la nariz el ocico del animal.

- ¿Cuáles son esas reglas? - dijo curioso.

- Em, nada de alimentar a los peces, no estropear este oasis, que los perros no se coman las flores ni hagan sus necesidades mayores entre ellas, mantener el secreto, y supongo que dormir sería una de las nuevas.

- ¿Cómo te quedaste dormido?

- Fue después de los parciales, me encontraron con todos los cachorros sobre mí también durmiendo. - rió.

- Bien, ¿qué hacemos aquí?

- Dijiste que querías saber lo que hago para no aburrirme, pues es esto.