(*Narra Steffan*).
Mi nombre es Steffan, soy el chico nuevo del pueblo, me trasladaron desde seattle a ese pequeño lugar al cual no alcanza para llamarse Pueblo, bueno, al menos es acogedor.
El único humano que conozco en este lugar es Drew, mi fantástico tío, al cual subestimaba mucho antes de vivir con el. Me habla tanto de todos acá que hasta podría reconocer a todos sin siquiera conocerlos, me hablo de una insoportable malcriada sobre todo, Katherine... La gran zorra.
Ya era hora de que fuera a mi primer día de secundaria, no sabia con que me encontraría, pero sea lo que sea, nada podía ser tan malo, ya llegando al establecimiento todo parecía normal y agradable, en las primeras horas me centre en hacer vida social, pero no logre nada, era extraño que no había encontrado a alguien ya que suelo ser muy sociable, pero, de pueblo a ciudad todo es muy distinto.
Antes del ultimo periodo, fije mi vista en una chica, una de esas que demuestran ser frías y fuertes por fuera pero realmente por dentro están heridas y solas, este era un caso particular, apenas se lograba ver algo de humanidad en ella, quizás nadie mas en esos pasillos lo notaba, pero yo si.
Nuestras miras se cruzaron por un prolongado tiempo y con suerte alcanze a agitarle la mano amistosamente y dedicarle una sonrisa, a lo cual respondió bien, pero al dejar de mirarme se notó un brusco cambio en ella, ya no se le veía bien, sino pésimo, al menos yo percibía eso.
No podía creer que ella estuviera en mi mente, no podía creer que alguien como ella me quitara el sueño, pero no paraba de pensar en que consistía ella, el motivo de su actitud, pero sabia que con su reputación ella no se acercaría a alguien como yo, ella buscaba divertirse con el primer ingenuo.
-Eres un idiota al pensar en la clase de chica que quieres evitar-. Me repetí yo mismo en mi pieza, me parecía totalmente estúpido y bipolar querer cerca a la clase de persona que pretendo evitar.
