prólogo

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Ibete

Soledad...

Es de la única manera en la cual puedo describir mi vida interior.

Estudio diseño gráfico, la verdad es que soy buena alumna siempre tengo las mejores calificaciones, tengo muchos amigos, pero a pesar de todo tengo un gran vacío dentro de mi...

Estoy sentada en mi escritorio revisando unos deberes que tengo pendientes, cuando la voz de mi padre me interrumpe..

Ibete, cariño es hora de cenar tu madre y yo te esperamos abajo, no te demores por favor.– me mira directo a los ojos, los mismos ojos grises tan profundos que herede de el, me sonríe mostrando dos huequitos en sus mejillas– te esperamos abajo– dice mientras cierra la puerta detrás de el.

Despues de unos minutos ya estoy sentada en la mesa del comedor mientras mi madre nos sirve la comida.

Observo mi celular cuando lo siento vibrar, es un mensaje de él.

– Hey! Estas? – Desbloqueo el cel y escribo una respuesta rápida

–Si, ¿Que pasa?

–Necesito hablarte, por favor no me evites más

–Si tanto te importara no me molestaras tanto

Bloqueo nuevamente el celular sin mostrar ni una pizca de emoción negativa en mi cara, lo último que quiero es que mis padres noten que pasa algo.

Cenamos tranquilamente, hablamos de lo mismo (yo) y digo exactamente lo mismo de siempre "estoy bien, feliz y saltando en un solo pie"

Cada vez que respondo con una buena actitud mi mente me recuerda que todo es mentira

No mientas más

Tu vida es una mierda

Deja todo atrás

Ni tus propios padres te han pedido perdón por todo

Mando a la basura todos esos pensamientos negativos y tomo 2 pastillas para dormir del escondite donde están

5 minutos después caigo en un solo sueño y recuerdo algo, mañana lidiaré con él...

a través de la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora