D A M I

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Desperté a las 7:00 de la mañana de un Lunes 7 de Septiembre con la impresión de que algo malo estaba pasando. Realice la rutina de siempre: levantarme, ir al baño, lavar mis dientes y regresar al dormitorio para cambiarme. Fue ahí donde descubrí el error.

A través de las cortinas, el cielo estaba completamente oscuro, giré la cabeza para ver la hora en el reloj, que continuaba marcando las 7:00 am. - Seguro se quedó sin baterías - pensé. Me asomé por la ventana y no alcanzaba a percibir luz en las casas vecinas, serán cerca de las 4:30 de la mañana por lo que, decidí acostarme de nuevo y dormir el tiempo que me faltaba para ir al trabajo.

Desperté nuevamente solo para encontrarme con que aún era de noche. Tomé mi teléfono y le envié un mensaje a mi hermano John para preguntarle qué hora era, pues este también marcaba las 07:00 am. Respondió que era las 1:25 de la tarde, maldije por lo bajo, le di las gracias a mi hermano y me vestí tan rápido como pude, sin embargo frene mis pasos bruscamente al poner un pie fuera de casa.

Aún estaba oscuro, las casas seguían en penumbras, no había ningún auto en las carreteras y la única luz que percibía era la de las farolas del alumbrado público. Marque el numero de John y sin esperar a que dijera algo, le pregunté - ¿Estás seguro que son las 13:25? - bueno - respondió - ahora son las 14:10 ¿estás bien Arthur?- dudé - estoy bien, solo creo que mi reloj y teléfono dejaron de funcionar - vaya, espero que todo salga bien hoy - le di las gracias nuevamente y guarde mi teléfono. ¿Qué haría ahora?, no veía ni una sola persona en las calles ni ningún tipo de vida, no se escuchaba ni el aleteo de una sola mosca pasando casualmente cerca de mi. Esto me perturbó más que tranquilizarme. Tome las llaves de mi casa y lance mi maletín del trabajo junto a la puerta. Salí cerrando con llave y decidí seguir la luz de las farolas

Durante el camino, esperaba ver a un gato, un perro o alguna persona para preguntarle que rayos estaba pasando y por que de repente nadie estaba rondando por una ciudad tan transitada como esta. Caminé unos metros más, cuando vi una silueta caminando entre la penumbra.

Quizá fue mi imaginación o quizá una persona realmente caminaba lo más lejos posible de la luz -¡Amigo, oye!- grité con la esperanza de que girara a mirarme o algo, pero no lo hizo, siguió caminando y aceleró su paso.

Por más que corrí, no logre alcanzarlo, se alejaba cada vez mas y mas, entonces me di cuenta de algo que me erizo la piel una vez más, todas las casas eran exactamente iguales, no había una sola que tuviera un detalle que la distinguiera de las demás.

Sentí miedo, ¿desde cuando las casas eran una fiel copia de la otra?, algo definitivamente no estaba bien. Entré en pánico, y repentinamente, el sonido de mi celular lleno el silencio abisal que me envolvía y comenzó a vibrar sin control. Lo tomé y miré la pantalla -¡John!- respondí su llamada y sentía las lágrimas en mis ojos y el nudo en mi garganta se hacia mas grande.

-¡Hermano por favor ayúdame!, no sé donde estoy, todo esta oscuro y...- presté atención al otro lado de la línea y lo único que escuché fue una intensa y espesa estática, entonces me rompí.

Estuve conteniendo el llanto y la desesperación por bastante tiempo, al inicio por desconocimiento, pero el miedo me consumió hasta que finalmente, él acabó conmigo. No recuerdo en qué momento me deje caer de rodillas ni que me faltara el aire, lo note hasta que quise levantarme y mis rodillas se doblaron por el intento. Finalmente cuando logré levantarme, mire a mi alrededor, y decidí seguir caminando, aun con el miedo de no saber dónde estaba.

Unos 15 minutos después, alcancé a ver que no tan lejos de donde me encontraba, un montón de luces de colores salían de algún lugar - Ahí debería haber alguien - intenté pensar de la forma más optimista que pude en ese momento y caminé nuevamente hacia ese lugar.

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