En cuanto me tumbo en la cama me doy cuenta de lo mucho que la habia echado de menos. Cierro los ojos y dejo escapar todos mis pensamientos. Cojo aire lentamente y noto como me voy tranquilizando. Menudo día. Menos mal que ya se ha acabado.
"Tio, acaban de llegar el Duko y Seven, jugamos todos un rato a la play?" La voz de Asan cada vez acercándose más a mi me hace soltar el aire, incorporarme y prestarle atención tan rápidamente como puedo. Me alivia que él ya sepa cómo me ecuentro hoy porque sino hubieran habido demasiadas preguntas que no queria contestar.
"Si, claro, ahora mismo voy." Respondo cada vez más animado. Entonces, Asan me asiente con la cabeza y se marcha entendiendo que le he pedido un segundo para coger fuerzas. Me siento en el bordillo de la cama y miro la puerta de mi cuarto abierta. Comienzo a escuchar las voces de mis amigos elevándose mientras deciden a qué juego jugar. Escucho la misma discusión de siempre para acabar eligiendo el mismo cada vez. Cojo aire y me levanto. Antes de salir, me miro un momento al espejo que tengo colocado justo antes de pasar el umbral de la puerta. Menuda cara llevas. Me peino un poco el pelo con la mano y salgo de mi cuarto, cerrando la puerta detrás de mi. Bajo los escalones y voy al salón. En cuanto llego, los veo a todos sentados repartidos por el sofá. Ni siquiera me han visto llegar; están muy ocupados observando atónitos la pantalla. Me siento junto a Mauro –Duki– en el sofá y cojo un mando. Por fin, Mauro me ve y me da un golpe en la espalda. "Cuánto tiempo, tio!" Sí que hacia tiempo que no nos veiamos. Me sonrie y vuelve a mirar a la televisión delante de nosotros.
"Ya, tio, cómo puede ser!" Hasta yo me sorprendo del buen ánimo que he conseguido transmitir en un momento en el que no estoy tan contento por dentro en realidad. Qué bien. Así nadie notará nada. Buena esa, Ivo.
Mauro se rie y los demás ya nos están metiendo prisa para empezar la partida. Mientras miramos espectantes y listos para jugar el símbolo de Fornite cargar en la pantalla de la televisión, Asan nos pregunta uno a uno qué queremos tomar. A él no le gusta mucho jugar a este juego porque dice que incentiva su lado más competitivo y se acaba enfadando con sus mejores amigos y lo detesta. Ningún juego debería hacer eso. Yo estoy en parte de acuerdo con él en eso; debemos saber diferenciar el juego de la realidad, es decir, si yo me pico contigo en el juego, en cuanto acabamos la partida, tenemos que estar bien entre nosotros y sin resentimientos estúpidos que no llevan a nada. Y todos somos buenos en hacer eso, menos Asan. Y cada vez que le ofrecemos jugar nos suelta esa excusa que ya se está haciendo más bien vieja. Y no podemos evitar tomarle el pelo llegados a este punto. Así que siempre acabo indicándole que eso solamente le pasa porque es malísimo jugando a Fornite, y qué esa es la realidad y la verdadera razón por la cual no quiere jugar. Y cada vez que se lo digo, se pica. Y vaya cómo se pica. Por eso, acaba siendo el que nos trae las bebidas y ve cómo jugamos mientras nos grita mirando al televisor lo qué deberiamos hacer en ese momento en el juego o dónde hay gente que va a matarnos. Y debo admitir que eso nos acaba ayudando mucho.
Mientras Asan deja nuestras bebidas en la mesa en frente de cada uno de nosotros, todos miramos atentos la pantalla. El juego ya ha empezado y ya estamos todos jugando y diciéndonos cosas los unos a los otros. La mayoría son palabras mal sonantes y maldiciones. Mientras los escucho, incluido a Asan que ya se ha parado de pie a mi lado inducido por la pantalla dando consejos a la gente, no puedo evitar pensar lo mucho que amo a esta gente y lo agradecido que estoy de tenerles en mi vida. Ahora entiendo que han hecho muy bien en venir, ya que si no estuvieran aquí ahora, estaría encerrado en mi cuarto torturándome a mi mismo con el dia de hoy y mis pensamientos sobre el mismo. Y aunque sé que lo voy a hacer igualmente en algún momento, siempre es mejor aplazarlo y dejar a la mente descansar aunque sea un par de horas con tus colegas, olvídanos todos de todo. Y qué bien sienta eso.
