Era una hermosa mañana de febrero, yo simplemente no podía dejar de sonreír.
El olor a coco era una maravilla para mí, mi abuelo estaba rompiendo la corteza dura para luego consumirla con toda la familia, utilizaba nada más y nada menos que dos viejas piedras, una grande de forma cuadrada la cual tenía huellas de cocos; era la piedra más genial que había visto, muy práctica nada mas ponía allí el coco y lo golpeaba con fuerza con la otra piedra más pequeña que por cierto también contaba con una forma cuadrangular.
Mi abuelo Máximo parecía estar orgulloso de que su pequeña nieta de cuatro años se sentara a su lado en ese momento mientras preguntaba palabras de su idioma natal, el Guaraní.
-¿Abuelo como se dice que ya amaneció en guaraní?
- Koêma, respondió. Yo feliz de aprenderlo.
En mi pequeña mente sólo había felicidad, miraba las piedras y pensaba que tal vez las mismas algún día mi abuelo me las regalaría y en temporada de coco tendría tantos cocos para comer que necesitaría una piedra más grande.
Estaba ansiosa por consumirlas así que corrí a la habitación de mi mamá, ella seguía durmiendo por supuesto ya que eran como las 6 de la mañana, a regañadientes se levantó para escucharme con atención, mi madre simplemente era para mí la mujer mas bella de todas, sonrió al verme tan despierta y me regaló un hermoso abrazo. Luego ya toda la familia empezó a despertar, éramos una familia numerosa.
Mi madre era soltera, nos tenía a mí y a mi hermana Lujan. Vivíamos con mis abuelos Máximo y Maria, mi joven tía Rafaela, mis tíos Federico y Carlos.
Mi casa no era una granja pero sí muy parecida, teníamos una cierta cantidad de animales. Gallinas, patos, guineas, vaca, cerdos, perros y gatos.
Así que mi niñez si que fue con los pies bien en la tierra en cuanto a seres vivos.
Un día a los seis años desperté con una duda(existencial), luego de haberme tomado el desayuno pregunté a mamá ya que no encontraba una explicación.
-¿Donde estamos mamá? ¿Que hay después de donde estamos? ¿Que pasa con el tiempo que ya pasó? Ni siquiera yo podía entender mi pregunta, básicamente yo quería entender el mundo, en por que estamos aquí y que hay más allá de las nubes y debajo de la tierra.
-Mi madre quedó impactada con mi pregunta y solo se limitó a explicarme que ella tampoco tenía esa respuesta, solo me explico que ella creía en Dios y me hablo de lo buena persona que hay que ser para quedar bien ante los ojos de Dios, no es que ella fuera una fanática religiosa, solo sé que su respuesta fue de corazón.
Y creo que a partir de ahí empecé a intentar ese estilo de vida basado en amar y hacer cosas buenas para los demás o por lo menos eso fue lo que yo creía.
-Meeel, Mel. Melody gritaba mi hermana feliz. ¡Melody corre por favor mira tenemos un nuevo perrito!
- El pretendiente de mi tía quería ganarse nuestro cariño regalándonos una perrita bebé. Me sentí tan bien de al fin tener un perrito de mi hermana y mío. Las dos cuidabamos de Jaqui, por que así la nombramos, era hembra! Nos pasábamos horas jugando con ella, la bañabamos y perfumabamos.
Tristemente Jaqui enfermo, no tengo ganas ni de recordar lo mal que estaba, solo se que después de que haya muerto pensé que jamás volvería a encariñarme con ningún animalito con mis 8 años y descubriendo ese dolor!
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Melody ¿Qué Pasa Contigo?
RandomMelody contando su historia... Si quieres aportar algo a la historia comenta sin problema! Si quieres hacerlo de manera anónima hazmelo saber en el comentario!