Parte 1

7.6K 465 154
                                    

Las luces de color neón que iluminaban el encerrado lugar resplandecían sobre su apacible piel de terciopelo, y sus colores verde, blanco y rojo brillaban majestuosos con orgullo sobre su delicada extensión corporal, tan irreal que te quitaba el aliento, tan hermoso que incluso le hacía competencia a las estrellas que posaban en el gran cielo.

Caminaba con paso seguro por sobre toda la gente de aquel lugar como una fiera buscando su presa de esta noche. Ya había robado una que otra mirada de los presentes, quienes lo observaban curiosos y otros con la lujuria viva en sus ojos, sonrió satisfecho para sí mismo acercándose a la barra para pedir un shot de tequila sonriéndole coquetamente al barman y esté correspondiéndole de la misma forma. Tomó el caballito mirando su contenido para después ingerir el líquido por completo y sentir como resbalaba el cálido alcohol por su garganta quemándola de una manera tan dulce y familiar.

Sintió unos brazos rodear su cintura y se volteó para encontrarse a un chico un poco más alto que él de sonrisa chulesca y un par de lentes negros adornando su vista. Las palabras no hacían falta para entender a lo que quería llegar el que se conocía como EUA, solo faltaba ver el para nada discreto roce de cadera que le proporcionaba al mexicano.
Acercaba lentamente su rostro al del más bajo para hacerle una discreta invitación protagonizada solo por ellos dos.

-Te he observado desde que llegaste, y realmente no he podido despegar mis ojos de ti ¿no quisieras ir a un lugar más privado? Para... no sé, platicar -. El de 50 estrellas esbozo una sonrisa sexy, aquel tipo de sonrisa que te advertía que la noche no solo existe para gastar el tiempo en pláticas y palabras sin ningún sentido, sino que te contaba las miles de posibilidades al acecho de una oscura y seductora caída de luna.

-Me encantaría ir con usted-. México también le regaló una de sus sonrisas más bellas, aquella que hacía caer a miles de amantes a sus pies sin esfuerzo alguno.

El más bajo se dejo guiar con una mano en su cintura hacía la salida trasera del lugar, el oscuro callejón estaba levemente iluminado por la luna posando en el cielo majestuoso. El mexicano fue rápidamente acorralado por el estadunidense, solo un roce de miradas se necesitó para desenfrenar una sesión de besos y toqueteos por todo el cuerpo que intentaba apagar la lujuria que los dominaba y arrastrando consigo una serie de gemidos oprimidos por los húmedos labios unidos.

México se arrodilló frente a USA ansioso por el regalo que lo esperaba bajo esa estorbosa ropa. Comenzó a quitar el cinturón rápidamente como si de un pasatiempo recurrente se tratase, abriendo el cierre del pantalón y bajándolo para así poder sacar el miembro del estadunidense y lamiendo sus labios en señal de desespero.
Si una sonrisa había adornado su rostro segundos atrás, lo que ahora proyectaba su cara era una mueca de decepción total al ver esos pequeños y aburridos dieciocho centímetros delante de él.

USA al ver que el de piel canela no reaccionaba, volvió a acomodar su miembro y su ropa en su lugar como si no hubiese pasado absoluatmente, pensó que tal vez era de los típicos chicos que solo les gusta calentarte la polla y dejarte a media acción.

El tricolor se levantó de lugar sacudiendo el polvo de su vestimenta y rasco su nuca con evidente incomodidad.

-Wey, discúlpame mucho, pero yo no puedo hacerlo. -Hizo una pausa y tragó saliva para lo que iba a decir a continuación, ya se había ganado unos cuantos golpes en el pasado por este tipo de mal entendidos. -Yo no lo hago con penes ya sabes, pequeñooos. –

El más alto incrédulo comenzó a reírse ¿pene pequeño? ¿dieciocho centímetros es algo pequeño? 

-Estas de broma ¿no? -. El americano no podía parar reír, este tipo o estaba loco o le gusta hacer bromas pesadas en los momentos menos indicados.

-No, no es una broma. No me acuesto con gente que tenga menos de veinte centímetros. –

El de cincuenta estrellas paro de reír y se acercó amenazante al tricolor para tomarlo del cuello con evidente enojo, su ego había sido herido y eso no lo podía pasar por alto.

-Eres una maldita puta. Si solo venías a hacerme perder el tiempo no hubieras aceptado. Ahora si no quieres que te muela a golpes sal de mi puta vista, fucking nigga.

México se soltó de su agarre y lo empujó agresivamente para alejarlo, dándose cuenta del tipo de idiota que tuvo la desgracia de toparse. Le mostró el dedo medio antes de entrar nuevamente al lugar y arrastrarse hacía la barra.
Se sentó en el alto banco con los ánimos por el suelo, al parecer hoy no tendría suerte.

Para cuando ya iba en su quito shot un apuesto caballero vestido totalmente de negro se sentó en el asiento libre de su lado, y no pudo evitar observar atentamente su duro perfil y aquella barbilla tan marcada y varonil que hacía resaltar una belleza masculina que no se ve todos los días, y esa cabellera rubia larga recogida en una pequeña coleta dándole un toque todavía mas sexy como si un Dios Griego hubiese bajado esta noche en particular para ser admirado por los simples mortales.

Tan absorto se quedó en el hombre de su lado que no se dio cuenta cuando aquella figura le devolvió la mirada con sus hermosos ojos azules penetrando cada parte de su ser. Una hermosa sonrisa se dibujó en sus carnosos labios de terciopelo, tan brillante como el sol del mediodía y tan hipnotizante como la magia.

-Hola, ¿gustas tomar algo conmigo? Mi nombre es Rusia, es un placer conocerte. – Aquella gruesa voz había despertado su piel y sus sentidos, su corazón ahora trabajaba a mil por hora, era tanto el efecto que ese hombre tenía sobre él, que un sonrojo adornó su hermoso rostro.
El ruso tomó la mano del mexicano con tanta delicadeza, como si fuera lo más delicado del mundo y depositó un dulce y cálido beso que lo llevó a las estrellas por la corriente eléctrica y la limerencia que se creó en ambos a partir de ese momento.

México solo pudo cerrar los ojos en señal de protesta por todas aquellas sensaciones involuntarias y repetirse una y otra vez que estaba jodido.

Falofilia |RusMéx| #RusMéxWeekWhere stories live. Discover now