Capítulo 1

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¡Qué bien sentaba dar un paseo en moto en pleno atardecer en la ciudad japonesa de Yokohama tras haber terminado el trabajo! Chuuya estaba entusiasmado, casi histérico por probar los nuevos radares que habían implantado en varias calles mientras él estuvo encerrado en la novela del escritor norteamericano con el detective de la Agencia. Había pasado solo una semana tras los acontecimientos del Canibalismo, pero para él fue una eternidad.

Se detuvo en un semáforo a tomar aire para su próximo acelerón, cuando vio a Akutagawa paseando por la acera tranquilamente (lo extraño es que no había rastro de Higuchi por ningún lado). Lo llamó y el pelinegro se dirigió hacia él como si hubiese sido una orden.

—¿Hoy has quedado con Gin?

—Acabo de volver. Habíamos quedado para tomar un café y relajarnos tras todo el alboroto de hace una semana. ¿Y usted?

—Dando un paseo para refrescarme un poco antes de seguir con el papeleo… Un momento… ¿Esa de allí no es Ane-san?

Akutagawa siguió la mirada del pelirrojo y divisó a la ejecutiva de la mafia, vestida con un vestido negro muy lujoso y varias joyas.

—Parece que Ozaki-san también va a celebrar la victoria a su estilo.

—¡Idiota! ¡Fíjate mejor! No deja de mirar el reloj…

En efecto, Kouyou no paraba de mirar el reloj y suspirar mientras se apoyaba en uno de los árboles de la calle.

—Está esperando a alguien.

El pelinegro se sorprendió al ver cómo el ejecutivo había ya aparcado la moto y observaba a Kouyou detenidamente.

—¿No tienes curiosidad por saber quién es su cita?

—A lo mejor no es una cita y ha quedado con alguna de sus amigas.

—Akutagawa… Cuánto te falta por aprender… —le dijo mientras apoyaba su mano en el hombro—. Es una cita, esa es mi corazonada. Estoy completamente seguro. Pero, ¿quién puede ser?

—Ah, mire. Parece que llega.

—Le va a caer la del pulpo por llegar tan tardeEEEHHHH!!

A Chuuya casi se le cae la moto encima y Akutagawa estaba sin habla y con los ojos en blanco. El hombre que se acercó a Kouyou, quién ya estaba bufando, pidió disculpas unas cuantas veces mientras hacía reverencias, teniendo especial cuidado en su costado por alguna razón.

—¿Cuál es la excusa esta vez? —preguntó la mujer.

—Elise-chan no quería probarse un bañador —gimoteó el jefe de la Port Mafia.

—¿El jefe? ¡¿EL JEFEEE?! —gritó como un descosido Chuuya.

—Creo que no deberíamos estar aquí… —consiguió decir Akutagawa tras recuperarse.

Observaron cómo ambos adultos se giraban y se marchaban del lugar.

—Akutagawa, esto es una misión de alto secreto… Nos servirá como entrenamiento de sigilo —dijo Chuuya lo más formal posible, dando hasta miedo.

—No estoy para perder el tiempo.

—¿Eh? ¿Desobedeces a tu superior? Normal que el imbécil de Dazai no te haga caso.

Desde ese momento, Akutagawa comandó la misión de espiar la cita entre Kouyou y Mori, los cuales se dirigían al centro comercial. 

BSD || Cómo tener una cita perfecta [KouMori]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora