Capítulo 2

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Ninguno de los dos hablaba durante el camino. Kouyou notaba que aquello no estaba saliendo como había planificado aquella mañana…


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Durante el enfrentamiento contra la Agencia durante el Canibalismo, Kouyou se dio cuenta de que valoraba tanto a Kyouka como a Mori por igual. Se sintió completamente dividida: debía proteger a Mori sin herir a Kyouka, quien quería matarlo.

Tras aquellos días con los nervios a flor de piel por el miedo de perder a las dos personas a las que más valoraba, tomó la iniciativa de hacer lo que tuvo que hacer con su anterior “novio”, al cual perdió antes de declararse: tener una cita.

Y quien mejor para preparar una cita que la joven que más veces ha intentado lo imposible con el sicario más sangriento de la Port Mafia…

—¿Que la aconseje para una cita? —preguntó algo confundida Higuchi mientras sorbía su taza de café en uno de los descansos.

La ejecutiva asintió algo avergonzada por el tono de voz bastante desmedido que había utilizado la subordinada.

—Eres de las pocas que conozco en la mafia que esté enamorada y que jamás haya sido rechazada…

Higuchi pensó en su multitud de veces intentando conseguir arrancar una sonrisa a Akutagawa, consiguiendo solo una vez que la perdonase por su crueldad hacia ella… Una hazaña que no tardó ni dos días en hacer pública el Lagarto Negro, cosa que casi cuesta la vida a Tachihara por ir colgando carteles de la "inminente" boda.

—¡No se preocupe, Ozaki-san! ¡Yo la ayudaré! —gritó la rubia mientras la tomaba de las manos.

La pelirroja se asustó de la mirada iluminada de la chica y de su inmensa determinación para ayudar a un superior, sobre todo en aquel tema tan difícil y en el cual a ella le consideraban una experta (o, en su defecto, una suicida por la pareja que había escogido).

—Por cierto, ¿quién es el afortunado?

Kouyou tragó saliva mientras se sonrojaba un poco.

—Nada… Un joven que conocí hace poco…

Cuando levantó la vista, observó que la chica tenía lágrimas en los ojos.

—Me alegro tanto por usted…

—¡Pero no llores!

—Lo siento, es que leí su informe y lo que le pasó a aquel hombre que intentó ayudarla…

—Sí, ya… —desvió la mirada la mujer.

—¡Pero no se preocupe! ¡Conmigo como guía, todo saldrá bien!


•••••

Y allí estaban, en plena calle comercial sin haberse dirigido ni una palabra. Ni el típico “dicen que va a llover” ni el “pues sí, eso parece”. ¿Pero a quién quería engañar? Mori no era de las personas que comenzase a hablar solo para matar el tiempo.

—Bueno, Kouyou… ¿Y qué se supone que vamos a hacer? —preguntó algo aburrido el doctor tras mirar unos cuantos escaparates.

—Ahh… Bueno…

«—Recuerda: lo primero es llevarlo de compras. Que te vea con diferentes modelos en poco tiempo hace que se fije más en ti y que tenga curiosidad por tu cuerpo.»


—Necesito unos vestidos, y como da la casualidad de que andabas por aquí, te llamé por si querías darme tu opinión.

—Ahh… Ya veo… Entonces, si vas a comprar vestidos —se detuvo a mirarla—, ¿por qué vas tan arreglada?

Kouyou se sonrojó al escuchar aquello.

«—¡Vete bien arreglada! Si se da cuenta de que has cambiado de ropa, es que siempre se fija en ti.»


—Me parece muy extraño porque no lleves el mismo kimono de siempre.

Las esperanzas de la mujer se rompieron en pedazos. ¿La estaba llamando “guarra” en toda la cara? ¡¿Un hombre al que había que recordarle cómo usar una maquinilla de afeitar?! 

Kouyou se apoyó en el árbol para recuperarse de tal batacazo.

—¿Ocurre algo?

—No, nada… Simplemente, voy así porque luego he quedado.

«—Siempre dile que luego has quedado con otro, para despertar sus celos.»


—Me alegro —sonrió el jefe.

Segundo batacazo del día. Este hombre no se entera de nada. 

Ni siquiera de los dos chicos en la azotea de un edificio con sendos prismáticos.

—Parece que tenemos problemas.

—No hace falta que me lo comentes. ¿Cómo puede el jefe ser tan negado en estas cosas?

—¿Ayudamos?

—No precipitemos los hechos, joven Akutagawa…

Kouyou decidió tomar aire y relajarse. Aún quedaba mucha tarde y muchos puntos del manual de Higuchi.

BSD || Cómo tener una cita perfecta [KouMori]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora