Capitulo 1: Bazooka Problema

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Tsuna se lamentaba como siempre por las repentinas locuras de Reborn, siempre llevadas a cabo por el resto de sus amigos como si no vieran el peligro o la intención inquebrantable del pequeño bebe arcobaleno.

Aquel dia en particular todas sus intenciones de pasar tiempo con la hermosa Kyoko se vieron pisoteadas de una manera tan cruel, que término por avergonzarse en frente de la chica. "-Dame Tsuna-" fue todo lo que dijo Reborn antes de echarse a dormir una larga siesta sobre su cama. Ahora mismo lo veía con sus ojos abiertos y la burbuja inflarse y desinflarse de su nariz.

Tsuna palideció y continuó con lo que hacía, tenía ganas de hacer la tarea como ganas de que su vida fuera anormal y sabía que eso al menos por ahora... Era imposible de cambiar.

Al menos hasta ahora todo estaba bien y disfrutaba un poco de paz, pero se tranquilizó demasiado pronto cuándo la puerta fue abierta y vio ingresar en puntitas de pie a Lambo, sus ojos se abrieron ante el estupor de la granada que llevaba en la mano y se pusieron blancos cuando le quito el seguro.

- ¡Jijiji, muere Reborn! -como siempre la pequeña e irritable vaca fue implacablemente lanzada por la ventana, mientras la granada explotaba. Reborn se hecho a dormir de nuevo mientras le miró furtivamente.

Tsuna supo que debía continuar con la tarea o el seguramente sería el próximo en sufrir terriblemente, más de lo que ya lo habia hecho.

Sin embargo, era demasiado pronto para ponerse cómodo u olvidarse de lo sucedido recientemente, esta vez Lambo apareció lloriqueando por la ventana, mientras se sobaba los mocos:

-Aquí viene-penso Tsuna. Lambo iba a usar su Bazooka, pero antes de intentar nada, Reborn arremetió y Lambo respondió todavía llorando, pero enfurecido y Tsuna termino metido en el medio justo cuando la vaca acciono la Bazooka y entonces... Sucedió nuevamente. En un "poof" y asombro de Lambo, Tsuna viajo diez años al futuro.

-Entonces Décimo, permítame pedirle perdón por lo de esta mañana, usted sabe que yo no-ya de por sí, fue raro que tuviera que mirar unos centímetros más abajo cuando se atrevió a mirar al Décimo y, aun no termino de darse cuenta que este no llevaba su traje Vongola, sino un buzo y unos pantalones de mezclilla.

-G-gokudera-kun-tartamudeo Tsuna, impactado, era la segunda vez que veía al Gokudera adulto, más alto y con aires más maduros. Se preguntaba porque se estaba disculpando.

-Décimo-lloriqueo el otro, pero no "demasiado adulador" parecía controlarse por no abrazarlo, supuso que habia madurado un poco. Aun asi notaba algo muy extraño.

-Lo siento Gokudera-kun, Lambo lo ha hecho de nuevo y Reborn no hizo nada por evitarlo-dijo el pequeño Vongola, mientras se rascaba a un lado de la cara.

Cuando Gokudera reaccionó aun no podía creer su suerte, el pequeño Décimo estaba de nuevo frente a sus narices y no sabía cómo controlarse, de seguro su yo más joven estaría ya persiguiendo al adulto sin mucho tacto. Solo esperaba que recibiera su merecido por parte del jefe.

-Décimo usted no debe disculparse de nada, es bueno volver a verlo-Tsuna noto cierta melancolía en sus ojos.

- ¿De qué te preocupas tu? Gokudera-kun-Gokudera fue quien se puso pálido, y Tsuna quizás creyó que Bianchi le esperaba detrás suyo, con alguna comida venenosa.

Por primera vez, entonces, al voltearse noto que estaba en el jardín de una enorme y bella casa blanca, con decoraciones antiguas. Supo que estaba en Italia y en la casa Vongola, en qué diablos pensaba su yo adulto, el no sería nunca el jefe de la mafia. Si pudiera sermonearse a sí mismo esto no pasaría, Tsuna se deprimió y al final suspiro.

-De nada, nada importante-se apresuró en decir Gokudera, dejando pasar por la alto las reacciones del más pequeño - ¿Qué tal si vamos a otro lugar Décimo? -pregunto mientras lo empujo por el jardín hacia dentro de la casa, como perseguido, mirando hacia todos lados como si no quisiese que nadie los viera, cuando Gokudera reparo en algo.

Mini DécimoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora