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Margot se miro al espejo mientras se peinaba, grandes ojeras posaban bajo sus ojos como demostración de la pesada noche que pasó. Termino de arreglarse y tomó su celular para fijarse la hora dándose cuenta que estaba llegando veinte minutos tarde a la clase de literatura.  Tomó su mochila y corrió escaleras abajo. Salió apurada de su casa y comenzó a correr hasta su Instituto, el cual quedaba a varias cuadras de su casa.
Al llegar se encontró con Alex esperandola y a su lado se encontraba Caleb. Avergonzada al notar que la miraban comenzó a acomodarse el cabello y a regular la respiración.
Margot se acercó a pasos torpes hacia donde de encontraban sus amigos.

- ¡Ey!, pensé que no vendrías. ¿ Qué pasó?- preguntó Alex. 
- Lo siento, tuve una mala noche - explicó nerviosa ante la mirada de Caleb.
- Margot, ¿podemos hablar a solas? - pregunto Caleb.
- Claro - aceptó con duda.
Caminó detrás de Caleb hasta que ambos estaban sentados en el patio del Instituto, cuando de repente él tomó su mano.
El ruido de las bocinas de los autos y el murmullo de la multitud de personas a su alrededor, comenzaron a aturdirla. Ante la preocupación, comenzó a observar hacia todos lados hasta que una figura conocida cruzando la calle  llamo su atención. 
-¡Caleb! -  exclamó
Caleb giró su mirada conectándola con la suya. Todo sucedió tan rápido;  El ruido de los frenos de un auto llamo la atención de todos.  El cuerpo de Caleb sobre el asfalto mientras que un charco de color Escarlata comenzaba a formarse detrás de su cabeza.

- Margot ¿estas bien?- pregunto Caleb preocupado.
Margot lo miro desorientada y confundida, se levantó asustada y comenzó a correr hacia los baños de mujeres en donde se encerró en uno de los cubículos. Apoyó su espalda contra la puerta dejándose caer hasta quedar sentada en el suelo y comenzó a llorar en silencio, la confusión hacía eco en su mente, no lograba comprender por qué había visto eso, ¿acaso eso sucedería?, ¿por su culpa Caleb moriría?.
Sacudió su cabeza intentando olvidar lo que había pasado, se seco las lágrimas con el dorso de su mano y abrió la puerta del cubículo quedándose  petrificada al ver por segunda vez a aquella silueta totalmente de negro que había visto en la calle y que ahora se encontraba frente a ella.
Ambas manos cubiertas por guantes negros comenzaron a subir hasta la capucha intentando sacarsela. El ruido de la puerta abriéndose de golpe la obligó a mirar hacia aquel sitio donde encontró a una Alex preocupada. Volvió la mirada dándose cuenta que aquella silueta ya no estaba. 

- ¿Dónde carajos estabas?  ¡dejaste muy preocupado a Caleb!- la acusó Alex.
- Yo… -
- ¿porque saliste corriendo?, entiendo que estabas nerviosa, pero…-
- Si, creo que fueron los nervios- le dio la razón. 

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Salió del Instituto decidida a encontrar a Caleb y disculparse con él por lo que había hecho. Comenzó a caminar entre la multitud de personas buscándolo.
Al salir de la multitud,se percata de que Caleb se encontraba cruzando la calle.
- ¡Caleb!- lo llamó.
El recuerdo de lo que vio esa mañana hizo que se detuviera sorprendida. Preocupada intento alcanzarlo pero ya era tarde. La bocina y el ruido de los frenos de un auto logró asustarla. El cuerpo de Caleb reposaba en el asfalto y una multitud empezaba  a formarse a su alrededor,detrás  de su cabeza comenzaba a crearse un charco  de sangre que podía notarse a distancia,con los ojos abiertos mirándola fijamente,Caleb dejó de respirar. 

Atormentada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora