Trabajo en un restaurante de comida rápida lunes, miércoles y viernes. Soy mesera, y con el sueldo que me paga mi jefe, las propinas y el dinero que me dan mis padres, estoy al día.

Max es mi compañero de trabajo, es un chico de mi edad un poco más alto que yo, ojos cafés y unos hermosos rulos adornan su cabeza. Usa lentes debido a un problema en su vista y para ser sincera, es guapo, aunque no de mi interés. Leila también es compañera de trabajo, pero a diferencia de Max y yo, ella trabaja en la caja registradora y es dos años mayor.

El día de hoy no ha habido muchos clientes, así que Max me está platicando de como estuvo su juego de básquet el fin de semana pasado. No entiendo mucho del tema así que solo le respondo con <<si>> o <<eso estuvo genial>>.

–Deberíamos ir al cine algún día de estos, escuche que este sábado se estrenara una película de zombies y está muy buena- me dice sonriendo-

He salido un par de veces con Max y Leila, ambos son muy divertidos. Leila es demasiado extrovertida cuando entra en confianza.

–Sí, me parece una buena idea ¿Qué opinas Leila, te apuntas? –está al otro lado del mostrador preparándose una malteada.

–Lo siento chicos, quisiera ir pero es cumpleaños de mi abuela, así que no podré ir.

– ¿Hablas de "Doña Gruñona"? -le dice Max leila. -Ja, ja, muy gracioso Maximiliano, y si es gruñona contigo es porque la primera vez que te conoció estabas fumando frente a ella y sabias bien que tenía bronquitis.

Como es costumbre empiezan su discusión diaria y yo como siempre solo me dispongo a obsérvalos.

–Bueno, bueno pero podríamos ir tu y yo Mel, es que, en serio quiero ver esa película –me dice Max poniendo ojos tristes y juntando sus manos a modo de súplica.

–Está bien, pero pasa por mí a las 8, y tu compras las palomitas –le digo apuntándolo con el dedo.

–Pfff con lo tacaño que es.

–Cállate Leila, y si Mel, yo las compro, y gracias por aceptar acompañarme.

El trabajo estuvo muy tranquilo, excepto por las peleas de Leila y Max, aunque a veces pienso que harían una linda pareja, son ideas retorcidas de mi cabeza.

Después de la jornada regrese a casa con una pizza, cuando baje del ascensor toque la puerta en el apartamento de Chris, luego de varios golpes abrió la puerta.

–No quieras venir tú también a fastidiarme porque ¡oh espera! ¿Eso es pizza? –Me dijo arrebatándome la caja- ¿qué haces ahí parada? Entra, entra.

No me dio tiempo a responder y me metió a su apartamento a empujones. A diferencia de nuestro apartamento, el de Chris era un poco más pequeño pero igual lindo, ambos apartamentos tenían 2 habitaciones, un baño, la cocina y una pequeña sala, pero nuestro baño y cocina eran un poco más grandes que los de Chris. Gran parte de su mudanza se debió a que él quería irse de su casa. Sus padres peleaban mucho desde que empezó a ser un adolescente, y, aunque el trataba de sobrellevar su vida, pensó en que lo mejor era irse de casa, tanto Emm como yo, lo apoyamos en cualquier tipo de decisión que toma, de hecho, los tres nos apoyamos mutuamente, somos como hermanos, aunque en realidad somos primos.

–Deberías controlar tu hambre y mínimo saludarme, baboso –le digo tomando asiento en la mesa que tiene en la cocina.

–oh, sí. Lo siento, Mel –seguido de darse la vuelta para verme se acerca y me da un beso en la mejilla –Hola –suelto una leve risa debido a su saludo –y ahora si me permites, esta belleza y yo tenemos una cita en mi estómago –deja la caja en la mesa, se sienta en frente de mí, saca una rebanada y se pone a comer y yo hago lo mismo.

– ¿Dónde se metió Emm? –Le digo metiéndome otro pedazo de pizza a la boca.

–Me dijo algo acerca de que debía cubrir a una compañera de trabajo –dice con la boca llena de comida. Lo he visto hacer eso demasiadas veces así que ya no se me hace tan asqueroso como al principio.

–No te vayas a terminar la pizza porque tenemos que guardarle una parte a Emm –le digo apuntándolo con el dedo índice.

–No te prometo nada, sabes que la pizza me vuelve loco.

–Eso decías de tu ex novia y ahora eso es; tu EX novia –le digo recalcando la palabra ex

-No compares a eso –dice refiriéndose a su ex novia –con este delicioso manjar – y continua comiendo su porción de pizza.

Cuando terminamos de comer hablamos sobre nuestros días y como habían ido y después me fui a mi departamento. Al final Chris se comió toda la pizza, bueno, yo me comí 2 rebanadas y el 6 ¡¡6!! Ese hombre podría comerse hasta 10 cajas de pizza el solo y no subiría un gramo, siempre ha sido un chico delgado y con algunos años de idas al gimnasio logró tener un mejor aspecto de su cuerpo, es alto, demasiado diría yo 1.88 para ser exactos, tiene los ojos verdes igual a los míos y es de cabello rizado pero no le gusta que este largo.

La verdad es que no me quejo de mi aspecto, me gusta como luzco, aunque, digo, no estaría mal que quien robo mis bubis las devolviera, ya que sí, tengo bubis pequeñas, un tamaño promedio podría decirse, pero lo que no tengo adelante, me lo recompensaron atrás.

Cuando entro al departamento veo que las luces están apagadas y eso significa que Emm aún no llega.

Me voy a mi cuarto y me dirijo a darme una ducha, me pongo mi pijama y me acuesto un rato en mi cama. Tengo los ojos cerrados cuando escucho el tono de que alguien quiere hacer vídeo llamada conmigo. Se bien quien es; Dam, así que tomo mi celular para contestar.






Segundo capitulo...

Arely H. H. 

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⏰ Last updated: Jul 30, 2019 ⏰

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