||•Take a Photo•|| •S.J•

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Mía

Había pasado casi toda la mañana detrás del lente de la cámara y la otra parte revisando las fotos en la computadora; ya eran casi las dos de la tarde, estábamos en un descanso y estaba otra vez en el piso del escenario sentada donde estaba tomando las fotos a los modelos, cuando aparece Stephen con un envase de plástico y un vaso de Starbucks; coño siii, con tantas cosas en mi mente, se me había olvidado comer, se sentó a mi lado, solo cargaba un jean y unas converse, no cargaba camisa, este hombre se hizo para el pecado confirmado, me acercó el envase y el vaso, tomé un sorbo del jugo que me había traído, era de fresas, uno de mis favoritos, y casi por inercia puse mi cabeza en su hombro y el paso su brazo por los hombros míos y me dio un beso en la frente, se sintió bien.

-Y tu no vas a comer? -Le pregunté abriendo el envase, y vi que era pasticho*, agarre el tenedor que estaba ahí, y empecé a comer.

-No ya comí, te iba a avisar para que fueramos juntos, pero llegó Gabriel a donde yo estaba y al parecer estaba muy apurado, por eso le dije que yo te lo traía y así se iba tranquilo; lo mas ironico es que casi me lanzo esto, y se fue corriendo. -Dice riéndose, admito que me reí igual.

-Clasico de él, pero con lo de hoy, lo entiendo. -Dicho esto, seguí devorando mi apetitoso almuerzo, una vez que termine de comer, agarré las servilletas y me limpié la boca, me levanté y fui a botar la basura y buscar una botella de agua, agarré mi bolso buscando mi teléfono, le envié un mensaje a Gabriel agradeciendo la comida y fui en busca de Louis, en todo ese rato Stephen se quedó donde mismo con su teléfono haciendo unas llamadas a la tienda.

-Lou, a que hora me debo ir al parque techado? -Pregunté llegando a su lado.

-Creo que ahora, pero no estoy seguro, creo que voy yo; termino aquí y me voy con Stephen, te quiero segura, y un lugar público no me parece lo mejor. - Dice con una mueca

-No por ese idiota dejaré de hacer mi trabajo, si ya arreglamos que estaré protegida, y se que aquí hay guardaespaldas, solo asigname uno y ya. -Le digo más que furiosa

-Conmigo no te vas a molestar, no es mi culpa que te hayas enredado con ese idiota y nos haya jodido a todos, no es mi culpa que te este siguiendo, es tuya, porque de un inicio te dijimos que no era bueno para ti, pero noo la niña quería demostrar que podía con todo, ahora por tu culpa ese idiota esta de nuevo. -Me dice furioso, no puedo creer que me haya dicho todo esto. -No Mía, lo lamento, con todo esto, estoy muy estresado, y con ese idiota suelto no puedo dejarte sola. -Lucia arrepentido, pero no, en serio me dolió lo que me dijo.

-No Lou, ya me dejaste en claro que fui una imbécil, pero no fue mi culpa que el escapara, tu mismo viste lo que causo en mi, sabes todo lo que perdí y aun no estoy bien, sabes que no, y aun así me reclamas; pero tranquilo, iré yo sola, así que si me atrapa resolveré yo misma el problema en que me metí yo sola. -Se lo dije, igual de furiosa pero más dolida.

-No Mía te juro que estoy arrepentido; se lo que perdiste, yo estuve contigo, recuerdas? es un milagro lo que nos dijo el medico, solo quiero que no vuelvas a sufrir. -las lágrimas traicioneras salían de sus ojos, estaba cabizbajo. -Un guardaespaldas estará contigo en todo momento.

-Si estuviste conmigo, viste lo que yo ví, es el milagro, si dañaba mi mayor ilusión, mi vida iba a acabar; yo no estaría aquí y lo sabes. - asintió y me abrazó y no pude aguantar a abrazarlo y soltar algunas lágrimas. -Me iré con el mono -reímos- en casa hablaremos mucho mejor, tengo unas cosas que contarte a ti, se que Gabriel algún día se deba enterar pero no quiero que sea ahora.