Verano, la época en el año donde me veo obligada a utilizar este feo uniforme de trabajo por dos meses y medio de puro y agotador calor, pero no esta tan malo por lo menos puedo trabajar junto a mis cuatro primas y eso hace que se torne un poco amarilla la situación, si, amarillo suena raro y es que para mi el amarillo es el color más feliz, lo gracioso es que no lo soporto.
-Niña Des-pi-er-ta!!!- grita mi prima del otro lado del mostrador.
- ¿Que te pasa?- respondo cayendo a la realidad, haciendo pucheros.
- vete atender la mesa dos
- dice pasandome una bandeja y mi libreta.
- sabes me caes mejor cuando no me mandas - digo mientras me levanto para hacer mi trabajo.
Bien, ahora sí que viene lo bonito y haré un pequeño paréntesis para contarles estos... este es mi más grande secreto agárrate de cualquier cosa, esto te va sorprender y volara tus neuronas. El secreto es que... LA VIDA me odia y a gran escala.
Esta pequeña parte de mi vida se llama desgracia, al parecer mientras salía de atrás de la barra eh trompesado con algo y ahora solo veo como voy a darle el beso más sexy al piso.
Y joder como duele esto me dejara marcas en la cara y en el orgullo, mi primas solo atinan a reírse y yo pues hago pucheros mientras la miro con ojos lloroso al ver mi ademán de llorar dejan de reír.
Suelto una gran carcajada mientras resivo la mano que alguien me ofrece para ponerme de pie, continuó riendo y entre carcajada y abrazada a quien me ayudó les digo.
- se la acaban de creer, acaso se les olvida que ya soy experta en caer - digo mientras recupero el aire.
- que delicioso olor avainilla con naranja - escucho una voz demasiado masculina para mi gusto.
-ay mamita linda!! - digo safandome del abrazo lo más rápido que puedo pero como soy quien soy no me sorprende comerme el suelo (de nuevo).
