La clase de pociones

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Lo miro en un vago intento de calmarse. Pensó en gritar, pero eso seria malo para su imagen como profesor. Su lado instintivo dijo que aquello no importaba por la relación que tenia con el joven que solo seguía mirando sus zapatos.

El salón se encontraba en silencio con unas cuantas risillas en el fondo. Muchos miraban expectantes cual seria el castigo para aquel joven pelinegro. Era bastante desconcertante como se dieron los acontecimientos que acabaron con una mesa en llamas y un caldero con un hueco.

Severus suspiro, aquello resultaba mas difícil de lo que había pensado. Antes le hubiera importado muy poco si sus estudiantes lloraban frente a él, si los padres le enviaban cartas con quejas de sus métodos. "POR LA BENDITA MORGANA, ÉL ERA SEVERUS SNAPE LÍDER DE LA MEJOR CASA DE HOGWARTS, LA CASA DE LAS SERPIENTES." Pero que bien sonaba en su cabeza eso.

El joven alzó la vista y sus ojos azules chocaron con los negros Severus. Pareciera que quisiera decir algo, algo que le costaba mucho. Sin llegar a decir algo, el mayor pensó que un poco de odio por parte de sus compañeros no le haría daño a nadie.

-cien puntos menos-

Lo siguiente que pasó fue igual de rápido que el incidente. El rostro del joven eran blanco casi sin ninguna imperfeción, salvo por algunos granitos, se empezaba a colorar. Por un minuto pensó que su cabeza explotaría como efecto secundario de la pócima. Su boca se abrió tanto que le pareció escuchar un sonido como si se le hubiera dislocado. Luego sus ojos, aquellos ojos azules se veian aterrados. Empezaba a lamentar su decisión.

Al acabar la hora, escucho las quejas de los compañeros del joven quien seguía mirándolo hasta que se dió la vuelta para recoger sus cosas e irse.

Severus pensó en las posibles consecuencias de su decisión. Con un suspiro cansado hizo un movimiento con su varita y limpio el desorden que habia provocado aquel joven por el que sentía mucha debilidad.

Tenía que admitirlo, desde que lo vio sabia que nunca podría ser estricto con él; pero debía mantenerse fuerte ante aquella mirada. Él sabia que si ese chico le pedía algo él se lo conseguiría, si alguien lo molestaba él le haría pagar cada lágrima que derramará.

La tarde paso muy lenta para su gusto, desde el incidente el chico no había ido a su oficina. Imaginaba que no le hablaría en un buen tiempo. Miró por la ventana y pensó que al final sería él quien tendría que rendirse y posiblemente disculparse.

La habitación se ilumino de un color verdoso logrando que alzará su mirada. Ante él se encontraba un hombre de cabellos alborotados, un poco de barba y una mirada azulina que decía que lo mataría.

-antes que te pongas histérico solo dire que es una forma de enseñarle disciplina y que sea más cuidadoso-

-!Y CIEN PUNTOS ERA LA ÚNICA MANERA¡-

Se masajeo el puente de la nariz y le pidió paciencia a Merlin o a Morgana su esposo y su hijo lo iban a matar de seguir asi, y su retoño aun estaba en primer año-

La Familia Snape BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora