Mis manos estaban llenas de cayos,
no era frágil, ni delicada como las demás chicas que él seguía; pero cuando él me mira, me siento como una flor que apenas esta floreciendo, me siento débil hacia él.Me arreglo para él, solo para él, pero raramente me mira, no me importa, es todo lo que necesito. Sé, que nunca será mío; porque soy vulgar ante sus ojos, para él siempre seré la flor que intentaba florecer y nunca
lo hizo, porque no era nadie.