Ayúdame (JIHAN) / Oneshot

Fire

Joshua estaba sufriendo demasiado.

Se sentía peor que los días en que se la pasaban practicando una coreografía hasta aprendérselas y estar todos coordinados.

¿Cómo era posible que se sintiera peor que en esos días?

Bueno, quizás exageraba, pero es que no podía pensar con claridad.

Estaba en su habitación y llevaba demasiado tiempo con su cuerpo quemando, sus músculos tensos y una capa de sudor en su piel, pues no lograba lo que intentaba.

Por más que se masturbara, no podía correrse ni una sola maldita vez.

Estaba duro como nunca, pero no lograba llegar a ese límite de satisfacción.

Llevaba ya unos cuatro años en Corea, conviviendo junto a sus mejores amigos y que como Seventeen llegaban al corazón de las personas por su música.

Los quería demasiado, pero ahora se preguntaba como ellos lo hacían para aguantar todo aquello.

¡Eran hombres, en mínimo el inicio de sus veinte! ¿Cómo lograban saciar su libido sexual? No podían salir con mujeres y mucho menos buscar algo de una noche, pues cada vez se hacían más conocidos y si los descubrían, arruinarían tanto la imagen de ellos como la del grupo.

Por lo que, ¿Cómo lo hacían sus amigos para controlarse? Obviamente todos se masturbaban cuando iban al baño, ¿Pero había algo más? Pues en su caso ya no era suficiente.

Con cierta rabia veía su dura erección, ¿Por qué no bajaba? Añadió más lubricante a su mano y siguió, intentando imaginar algo para al fin acabar.

¡Pero ni las jodidas pornos le ayudaban!

Ahora su rabia se transformó en frustración, al punto de que sus ojos se pusieron llorosos, ¿Qué hacía ahora? Era día libre por lo que había pocos en el dormitorio y con quienes compartía habitación habían visitado a sus familias.

Desde que llego a Corea quiso concentrarse en la música y controlarse, pero eso solo provoco que fuera muy sensible al tacto, por lo que evitaba el skinship, relajándose un poco cuando al fin empezó a masturbarse, pues un día descubrió a Jun hacerlo y fue como "Si él lo hace, ¿Por qué no puedo hacerlo yo?"

Mierda, ya le llegaba a doler. Tomo una almohada y ahogo un grito de frustración en ella, pero al parecer igual se escuchó, pues a los minutos alguien toco su puerta.

- ¿Shua? ¿Pasa algo? – La voz adormilada de Jeonghan demostraba que interrumpió su siesta. Asustado se cubrió como pudo.

- N-Nada, solo me pegue en el dedo del pie. Lo siento si fui muy ruidoso – Invento cualquier excusa, esperando que su mejor amigo se fuera.