[ uno ]

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Yoongi trabajaba en un café de gatos, y los chistes eran interminable. Bien, él podía admitirlo, se parecía un poco a los felinos esponjosos que andaban alrededor de él todo el día, en realidad eran muy lindos, a Yoongi le agradaba la tranquilidad que le brindaban.

Pero a veces solo deseaba dar un buen golpe en las narices de sus amigos para que dejarán de molestarlo, llevándole a su trabajo en cada ocasión libre que tenían diademas con orejas de gatos, collares con cascabeles y hasta punteros láser, que era vergonzoso admitir, pero alguna vez llegó a perseguir.

En realidad, la vida en su trabajo era bastante tranquila, los gatos solían pasar la vida durmiendo en las piernas de sus clientes, jugando perezosamente con sus bolas de estambre y juguetes especiales, y en general, llenando el lugar con su pacífica presencia.

Y era el único café temático en que no le habían pedido usar un uniforme ridículo de acuerdo con la temática del café. Sus días pasaban en tranquilidad, conversando con su compañero de trabajo, Jihoon, atendiendo a los clientes.

En su mayoría se encontraba tranquilo -- Son dos con noventa y nueve --dijo el pelinegro mientras tomaba el billete que le ofrecían y abría la caja registradora-- ¿podrías darme tu nombre?

El chico frente a él pareció sobresaltarse por su pregunta, Yoongi estaba tan habituado a su trabajo que actuaba mecánicamente, sin siquiera mirar el rostro de su cliente, sostenía el vaso con el plumón en el aire esperando por una respuesta.

Escuchó un ¡ah! de entendimiento, como si finalmente acabará de darse cuenta que necesitaba su nombre para su orden y no porque intentaba coquetear con él -- Soy Hoseok --el barista asintió y le dio la orden a JiHoon que se encontraba en las cafeteras.

Cuando el pedido estuvo listo llamó a su nombre en voz alta y dejó su vaso de café caliente sobre la mesa, fue a recargarse sobre el mostrador, a dónde JiHoon no tardó en unirse con un gesto tranquilo.

La mirada de ambos viajo alrededor de la tienda, había un par de parejas, el chico que Yoongi acababa de atender y otra chica sentada alrededor. En realidad, el café no era tan popular en esa temporada, cuando el sol estaba en su máximo esplendor.

Pero la gente nunca faltaba, porque la mayoría solo quería convivir un buen rato con los tranquilos gatitos dormilones y terminaban tomando algún té helado del menú mientras se encontraban en la tienda.

-- Ese chico no te quitaba la mirada de encima --murmuró Jihoon a su lado mientras recargaba su barbilla en su mano, Yoongi frunció el ceño confundido-- tardo un buen rato viendo el menú, pero en realidad te estaba viendo.

-- Tal vez quería preguntar algo --el pelinegro se encogió de hombros y Jihoon lo imitó, aunque no podía estar de acuerdo esta vez, no parecía confundido mientras leía, y más de una vez lo vio girar la cabeza, confundido, pareciendo hablar consigo mismo mientras lo miraba.

Yoongi llevó la vista a su celular, tenía un par de mensajes de Jungkook, rodó los ojos al darse cuenta que no parecía haberse dado por vencido con el hecho de que descargará esa estúpida aplicación de citas.

No lo entendía, el hecho de que él hubiera tenido suerte de encontrarse con alguien de su universidad y hubieran terminado saliendo por ya tres meses no significaba que él iba a correr con la misma suerte.

Pero Jungkook había pasado ya cerca de un mes y medio intentando convencerlo y a pesar de que Yoongi era obstinado, no creía que sería capaz de soportar otra charla de dos horas sobre porque debería comenzar a salir con otras personas que no fueran él o el resto de sus amigos.

-- Disculpen --la voz del mismo chico que acababa de atender lo interrumpió mientras escribía, escuchó a Jihoon contestar por él al verlo distraído-- creo que se han equivocado con la orden. Pedí un Latte Machiatto y me dieron un Cafe Macchiato.

Jihoon tomó la bebida del hombro y le dio un vistazo, Yoongi también alzó la mirada, no estando habituado a recibir quejas, porque usualmente no cometía errores. El chico era guapo, mucho.

-- ¡Oh, es verdad! Fue mi error, lo cambiaremos en un segundo, lamentamos las molestias --Jihoon dijo con una sonrisa amable mientras tomaba la bebida y la dejaba en la parte trasera de la barra.

-- ¿De verdad te equivocaste o solo fue una excusa para que el pobre hombre se acercará porque crees que ha estado mirando? --se quejó Yoongi.

-- No, realmente leí mal, te he dicho que mejores tu caligrafía juraría que decía caffe macchiato en lugar de latte, pareciera que escribes con el trasero Yoongi --Jihoon se rió y fue a preparar la bebida nueva.

Envió finalmente el mensaje que había estado redactando para su amigo "si digo que si dejarás de molestar".

Sabía que había cavado su propia tumba cuando Jungkook contestó como su hubiera caído sobre su teléfono, lo sabía, Jungkook era demasiado intenso con esos temas. Pero era mejor fingir que estaba interesado para luego borrar la dichosa aplicación a seguir soportando al menor molestándole a cada segundo al respecto.

--  Ya está, no lo llames, ve a llevarlo hasta su mesa o el jefe nos matará.

-- Ni siquiera fue mi error --a pesar de que Yoongi se quejó en voz alta ya se encontraba tomando el vaso, marcando el nombre del chico nuevamente.

Jihoon negó solenmemente --No Yoongi, estás equivocado, somos un equipo de trabajo, tu escribes como niño de cinco años y esto es culpa de ambos, así que yo preparé la bebida de nuevo y tu se la llevarás al cliente con una sonrisa amable y le volverás a pedir perdón por la molestia causada.

Yoongi arrugó su nariz con molestia y dio un suave golpe en la frente del menor para salir de detrás de la barra y caminar un par de mesas hasta estar frente al chico, que jugueteaba con un gato rechoncho sobre sus piernas, acariciando su pelaje.

--Lamentamos la demora --Yoongi dijo colocando la bebida sobre la mesa de madera-- y queremos ofrecerle una sincera disculpa por cualquier molestia que le hayamos causado.

Oh santa mierda, debería ser ilegal la forma en que el rostro del chico estaba esculpida como un completo adonis -- Para recompensarte nos gustaría ofrecerte un descuento del 50% en tu próxima compra.

Una bonita sonrisa de dientes ordenados y labios en forma de corazón le hizo abrir los ojos con sorpresa, era ilegal, debía de serlo, nadie podía ser así de guapo y salir libre -- Esta bien corazón, no tienes porque hacerlo --Hoseok, ¿ese era su nombre, no? dijo mientras daba un sorbo a su bebida-- solo les notifiqué el error para que cuidarán al respecto, pues no siempre van a encontrarse con personas tan comprensivas como yo.

Yoongi hizo una reverencia y volvió a mirar la sonrisa coqueta del chico para volver sobre sus pasos hasta sentarse con un rostro abatido detrás de la caja registradora. Jihoon se acercó con un rostro de preocupación al haber visto la interacción en primera fila.

--¿Va a presentar una queja? --preguntó. Yoongi negó.

--Aún peor --Yoongi escondió su rostro caliente entre sus manos.

--¿Qué? --preguntó aún con más preocupación el menor, ¿qué podía ser peor que obtener una queja con su jefe y ser penalizados.

--Creo que acabo de tener una erección.

future love ;; #sopeweek19Donde viven las historias. Descúbrelo ahora