Londres, 18 de octubre de 2014.
Limpio el maquillaje corrido con la palma de mi mano y suspiro. Trabajo resuelto. Me giro a ver al tipo recostado en la cama y hago una mueca de asco. Comienzo a vestirme rapidamente y al estar ya vestida. Tomo el dinero del velador y lo guardo en la cartera, camino aun sin estar satisfecha tomo la billetera del hombre y saco unos billetes más.
Tiro la billetera al suelo y camino hacia la puerta, giro la manilla y jalo para abrirla completamente.
Luego de una hora me encuentro caminando por la calle de Londres tranquilamente, varias personas se giran a verme con cara de desprecio. Las ignoro completamente y levanto una ceja desafiante. Por un instante pienso en tomar un taxi, pero luego lo pienso bien y me niego a gastar más dinero de lo que debo. Me detengo un instante y busco en mi bolso un papel. Al hallarlo, leo la direccion y lo vuelvo a guardar. Quinto cliente del día, ¡Allá voy!
Durante varios minturos despues, apreto el boton del timbre y espero a que abran la puerta. Estuve parada como imbecil 10 putos minutos y nadie abria. ¡Maldito imbecil! Flexiono mi pierna y con la punta del zapato de tacon golpeo lo que se suponia que era una puerta. Alzo mi vista al escuchar un gemido de dolor y siento mis mejillas sonrojarse, solo un poco.
- ¿Así es como tratas a tus clientes, puta? -Me pregunto el tipo con una ceja alzada. El tipo era jodidamente guapo, tenía el cabello oscuro y los ojos tambien, su piel era morena. Tenía la mandibula bien formada y unos labios sensuales. Estaba vestido con tan solo unos jeans, deja a la vista su bien formado abdomen. Me quedo unos segundos analizandolo y luego fijo mi vista a sus ojos. Joder, que intensa mirada.
- ¿Qué te importa? -Entro a la casa y me quedo paralizada observando a mi alrededor. Joder, el tipo cagaba oro. Miro impresionada los sillones y gimo al ver que era los que yo quería para mi humilde hogar. Lo había visto en una tienda de mobleria y me habian fasinado, toco la tela del sofá y cierro los ojos con una sonrisa. Suave.
-¿Qué mierda haces? -Abro los ojos de golpe al sentir una mano en mi muñeca jalandome.- Tú sector de trabajo esta en mi habitación, solo quiero que toques mi puta cama, no quiero que infectes todo mi hogar.- Murmuro molesto.- Y quizas mi baño...- Dirigio una mirada llena de desprecio a mi cuerpo.
Le dirigo una mirada malhumorada al tipo y me suelto de su agarre. Levanto la barbilla y lo miro desafiante.- ¿Donde esta tú "habitación"?
El tipo volvio a tomarme de la muñeca y me jalo hasta su habitación. La casa no tenía segundo piso, pero era bien amplia. Abrio la puerta del cuarto y me tiro a la cama.
- Ponte esto. -Me tiro un conjunto de ropa interior y se dio la vuelta.- Y primero quiero que te des una ducha, me da asco de tan solo verte. No puedo tener sexo así.
Tomo el conjunto y me levanto de la cama. Choco mi hombro con su brazo y camino al cuarto. Dejo mi bolso en el suelo y comienzo a quitarme la polera. No tenía corpiño, asi que inmediatamente quede desnuda de la parte de arriba. Me bajo la falda ultra pequeña que llevaba puesta y la tiro al sector de donde estaba mi bolso. Bragas tampoco llevaba, asi qué de imediatamente me quitos los zapatos. Entre a la ducha y comenze a bañarme.
Al estar ya lista, me doy cuenta de que no tengo nada con que secarme. Salgo de la ducha empapando todo el suelo y río. Abro la puerta del baño y observo al tipo con una ceja alzada.- ¿Cómo quieres que me seque?
El giro hacia mi y me miro de pies a cabeza.- Solo ponte el puto conjunto y ya, perra.
Cierro nuevamente la puerta y me pongo la ropa interior. Alzo una ceja al ver el corpiño transparente y deslizo mi mano por la tela. Salgo del baño y me acuesto en medio de la cama. Abro las piernas y hago un sonido de gemido para llamar la atención del tipo.- Dale, comienza. - Deslizo la mano por mi parte intima y comienzo a acariciarme.
Que sea rápido, por favor...
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¡Hola!
Espero que les guste el primer capítulo.
Cualquier falta de ortografía, la corregiré después.