Capítulo 30

246 25 0
                                    

Bajé a recibirlos, estaba muy feliz y Christian pareció notarlo.

Christian: Estás divina -me miró de arriba a abajo y me ayudó a bajar.

*Buenas noches -dije y sonreí.

Señora Rousell: Querida, siempre tan hermosa -se acercó y me abrazó.

Papá: Pasemos al bar a tomar una copa de vino -dijo y todos lo seguimos.

Señor Rousell: Cuéntanos Jade ¿Porque regresaste? -dijo y dejó la copa sobre la mesa.

*Ya extrañaba estar aquí, extrañaba a mis amigos y por supuesto, a Christian -tomé su mano y todos sonrieron.

Odiaba hacer esto.

Señora Rousell: Me encanta que estén juntos de nuevo, se ven tan bien -sonrió.

Conversamos un rato más y después pasamos al comedor.

Mamá: ¿Les parece si pedimos la cena ya? -todos asintieron.

*Espera mamá, dame un momento, tengo algo que mostrarles -todos me miraron curiosos, subí a mi habitación, tomé el sobre y baje.

*Primero quiero decir unas cuantas palabras -sonreí y todos me miraron- me siento muy feliz de que estemos todos aquí reunidos, porque lo que les voy a decir es algo muy importante, Christian cariño, ven -extendí mi mano, la tomó y camino a mi lado sonriente- ¿Me ayudas entregando esto a mis padres? Yo se los entregaré a los tuyos -los miró curioso y asintió para después entregarlos y volver a mí lado- hace un año y algunos meses regrese para darles la noticia de que Christian y yo estábamos juntos -todos asintieron y sonrieron- pues ahora, quiero decirles que no quiero pasar otro día más con este idiota -sonreí.

Mi madre se puso de pie molesta, Christian se alejó y me miró molesto, mi padre solo miraba el sobre curioso y los padres de Christian hablaban entre ellos.

Christian: Jade ¿Que es todo esto? -se acercó molesto.

*Ya pueden abrirlos -sonreí.

Logré ver los rostros de cada uno, mi padre estaba molesto, mamá impresionada y la señora Rousell comenzó a llorar, su esposo la consolaba.

Christian: ¿Que ocurre? -dijo y tomó el contenido del sobre, para después mirarme molesto.

Señora Rousell: Estoy tan decepcionada de ti, nosotros no te educamos así -dijo mientras limpiaba su rostro.

Había entregado a cada uno un sobre con fotografías del imbécil de Christian entrando a dos hoteles diferentes muy bien acompañado.

*Eso no es todo -dije y Christian miraba a todos.

Christian: Detente por favor -me miró preocupado.

*El me amenazó, dijo que si no estaba con el dejaba a mi familia en la calle -las lágrimas comenzaron a salir.

El se acercó a su madre llorando.

Christian: Por favor déjame explicarte -dijo y ella lo abofeteó.

Señora Rousell: Eres una vergüenza, siempre has sido una vergüenza para esta familia, no puedes hacer nada por ti mismo, lárgate -dijo sin mirarlo.

Su padre se acercó furioso.

Señor Rousell: Más vale que no huyas, hay bastante que hablar en casa -dijo y abrazo a su esposa.

Mis padres no decían nada, mamá subió a su habitación, era la primera vez que la veía llorar, papá solo miraba la situacion atento.

*Se te cayó el teatrito Christian -me miró furioso, para después salir de la casa.

Me acerqué a la señora Rousell y me incliné frente a ella.

*Yo, lo lamento tanto, pero necesitaba que esto terminará -dije sin mirarla.

Señora Rousell: Querida, entiendo tu situacion, y por favor disculpa todo esto, me siento muy avergonzada -dijo y tomó mi mano.

El señor Rousell y mi padre conversaron unos minutos y después salieron de la casa.

Mi padre se quedó parado frente a mí unos minutos sin decir nada, hasta que por fin habló.

Papá: Ven aquí -dijo y me abrazó- perdóname hija, fui un tonto, es solo que, el tiene una gran familia y -lo interrumpí

*Lo importante es que ya se sabe todo, mejor dime ¿Los negocios siguen igual? -dije y él asintió.

Papá: Todo está normal, nuestros negocios seguirán, solo me pidió que esto no lo supiera nadie y que sólo se dijera que no había funcionado, ya sabes, para no hacer un escándalo -yo asentí- iré a ver a tu madre -dijo y subió.

Me sentía un poco mal de cómo hice las cosas, pero necesitaba que todos lo vieran y me creyeran.

Tomé las llaves de mi auto y conduci a casa de Danna, ella abrió y entré.

Danna: Vienes muy sonriente, ¿Funcionó? -dijo y asentí.

*Todo salió bien, el idiota no pudo hacer nada, aunque me dolió un poco ver a sus padres así, en fin, Danna necesito ver a Victoria -dije y sonreí.

Danna: ¿Y que esperas? Búscala Jade -sonrió.

Le di un abrazo y conduci hasta su departamento, me sentía nerviosa pero al fin podía estar al lado del amor de mi vida, bajé y toque la puerta.

No había respuesta, demonios.

Seguí insistiendo por unos minutos más, pero fue inútil, no estaba en casa.

Me recargue en la puerta y suspiré.

*Supongo que volveré mañana -dije y camine al auto.

XX: ¿Que estás haciendo aquí?



Imposible AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora