Quantum Flux

716 32 2
                                    

Había empezado a anochecer, el sol moría detrás de las colinas como al mismo tiempo morían mis energías. No sabía hacia donde conducía, solo manejaba sin rumbo fijo. Toda mi vida se resumía en eso. No tenía rumbo ni un lugar al cual llamar hogar. Empecé a cabecear cuando sentí la vibración del movil en mi bolsillo ¿O era mi estómago pidiendo a gritos un bocado de comida? Cuando llevas semanas sin conciliar bien el sueño todo resulta demasiado confuso.

- ¿Si?- pasé por alto quién estaba llamando.

- !Jenna!

Cerré los ojos y fruncí el ceño, realmente debí haber revisado el identificador - Sam, ¿Cómo estás?

- Bien, considerando que la última vez que te ví fue hace tres años cuando casi me enveneno con tus posiones- dijo en tono sarcástico.

Rodeé los ojos de inmediato - Sam, ¿Qué quieres saber? Estoy realmente cansada.

- ¿No sabes nada de Dean aún?- preguntó.

Llevaba ya tres semanas insistiendo en el asunto de Dean - Aún no, quedamos en que si sabía algo te avisaría, ¿no confías en mí?

- No.. no es eso, simplemento yo- hizo una pausa - Lo siento Jenna, es solo que Dean es mi hermano y ya ha pasado un mes desde que despertó y... lo que ustedes tenían me hizo pensar que quizás te buscaría.

- Tu mismo lo has dicho, Sam- dije - "tenían", eso ya es historia.

Él dio un gran y pesado respiro - Si, bueno adios, cuidate.

- Igual, Sam.

Colgué enseguida y lancé el teléfono al asiento trasero del carro. Los parpados me pesaban ahora más que nunca, la carretera por la que conducía era oscura y solitaria, como la vida de cualquier cazador, mis ojos se empezaron a cerrar y casi caía ante los encantos de Morfeo de no ser que un camión aparece de la nada y con el que estaba a punto de chocar.

- Debes manejar con más cuidado- dijo alguien que apareció de repente en el asiento del copiloto.

No lo miré, me limité a recostar la cabeza sobre el volante.

- ¿Por qué no vas a descansar? Cerca qued-

- ¿Qué quieres ahora?- interrumpí.

Él guardó silencio y me despeinó un poco - Que muevas tu trasero hacia una granja que está a no más de cinco minutos de aquí y comas y duermas. Te necesito con fuerzas.

- ¿Para qué?- ya lo estaba mirando a los ojos. Sus verdes y vacios ojos.

- Para continuar con nuestras aventuras- esbozó una pequeña sonrisa.

Sin más, encendí el motor de nuevo y puse el carro en marcha. El polisonte por el contrario, se quedó al lado mío.

- Yo puedo encontrar una granja sola.

Él movió la cabeza - Casi te matas hace unos minutos.

- Sam llamó de nuevo.

No contestó.

Se quedó mirando un punto vacio en la oscuridad de la carretera - Lo sé.

- Necesita saber de tí, Dean. No es justo que tengas así al pobre.

- Le dejé claro que me dejara ir- posó la mirada sobre mí - Así como tu conmigo.

Puse los ojos en blanco.

- Dobla aquí- me indicó.

Segundos después, aparqué el carro frente una pequeña casa victoriana algo vieja y descuidada. Nos bajamos del auto, subimos los tres escalones hacia la puerta y tocamos. Al poco tiempo un hombre calvo nos atendió.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 27, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Supernatural One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora