La tonta

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Inútilmente una vez más gasto la tinta del bolígrafo para escribir por ti... O quizás escribo para ti, aunque nunca lo verás; no porque me avergüence si no porque a mi juicio no te importa nada de mi, lo que pienso y mucho menos lo que siento. De seguro ese es mi error, creer que se lo que piensas cuando ni siquiera confió en mis pensamientos, pero como una tonta juego a entenderte. Jamás lo lograré, no, nunca te entenderé y ese misterio es el que justamente me tiene aquí, atrapada en este juego, con la esperanza de descifrarte. Aún no lo consigo pero en el camino siempre aprendo algo distinto de ti y al mismo tiempo conozco más de mi.

No te equivocas soy una tonta... Después de tanto tiempo, a pesar de todo; de pensarte todavía tiemblo pero eso no es lo que me hace una tonta; el hecho de saber que puedo ser feliz sin ti y seguir esperando a que me tomes como tu decisión es lo que me ha convertido en ser tu tonta.

Qué tontería es amar... ¿no lo crees? Teniendo tantos pretendientes, tantas oportunidades siempre vuelvo al principio, disque a cambiar las cosas cuando han sido las cosas que me han cambiado. Vuelvo al inicios porque recuerdo que estaba completa pero olvido que ya estoy rota. Qué nada será igual. Ahí es cuando decido seguir sin ti, en cada despedida me haces crecer, me haces fuerte, segura de quién soy y de lo que puedo dar... Finalmente la niña tonta muere y nace una mujer capaz de enfrentar lo que sea, capaz de realizar todo tipo de jugada y salir intacta. Pero regresas una vez más y con mirarme debilitas y destruyes todo lo que fui sin ti, matas a la mujer, y haces que la niña tonta vuelva.

¿Qué pasa con esta chica ingenua? Me aterra pensar que esa niña no te guste más, pero al parecer eso nunca pasa, siempre regresas, como si disfrutarás de la tonta en quien me convierto contigo.

Otra vez no sé qué hacer, no sé qué pensar... Quizás no fuimos creados para ser, pero al menos hemos asumido el papel de estar. Estar el uno para el otro, darnos amor entre ratos... Cuando sea necesario y entre otros tantos olvidarnos para no atarnos. Por más que esta niña tonta se quiera ir y no volver; siempre te espera... Porque al finalizar el día, tú tonto niño que no te dejas amar, eres quien la acepta tal y como es. Contigo soy feliz y aceptada siendo la encantadora niña tonta.

D.

InsomnioWhere stories live. Discover now