patient ➳ jaeyong

p a t i e n t

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Las estrellas comenzaban a iluminar el cielo nocturno cuando TaeYong se dirigía al edificio donde vivía. Su cabello rosado era movido constantemente por el aire de aquel anochecer otoñal.
Caminaba apresurado, y miraba fijamente el suelo, atento en donde pisaba.

Su mente estaba hecha un lío, sólo quería llegar a casa para poder descansar y olvidarse de todo lo que había pasado en el transcurso del día.
En un par de ocasiones tuvo que detenerse para mantener a raya aquellas lágrimas que amenazaban con salir y recorrer sus mejillas.

Su pecho dolía cada vez que recordaba al autor de aquellos sentimientos de tristeza.
Jung YoonOh.

No lo había visto en cuatro años, cuando se separaron deseandose mutuamente el ser felices y encontrar a alguien mejor en sus vidas.
El pelirosa había vivido ese tiempo de manera tranquila, aunque siempre recordando a aquel que fue su primer y único amor.

A pesar de que terminaron en buenos términos, e incluso dijeron que serían amigos, lo que le dolía a TaeYong fue que el menor le dejó cuando más la necesitaba.
Aunque entendió los motivos de YoonOh sobre realizar sus estudios en el extranjero, TaeYong no estaba listo para separarse de él, para permitirle olvidarle y encontrar a otra persona.

Pero decidió no ser egoísta, dejarlo ir, permitir que cumpliera sus sueños e hiciera su vida, incluso si él no formaba parte de su futuro.

Y ahora que había regresado, sólo para hablar con él, únicamente para prometer quedarse y está vez, para siempre, TaeYong no podía confiar en su palabra.

❝— Yo era joven, era tonto, era tan inmaduro y las cosas que hice te hicieron tan inseguro, pero cariño, sigo siendo tu hombre, lo juro.❞

Las palabras de YoonOh le daban vueltas por la cabeza. Ahora que al fin había podido aprender a vivir sin él, el menor regresó para hacer un desastre su cabeza y sus sentimientos.
TaeYong ni siquiera tuvo el valor de mirarlo a los ojos, sabía que si lo veía, le sería aún más difícil el dejarlo ir nuevamente. Sólo huyó, como siempre lo hizo cuando ambos discutían, aunque casi nunca lo hacían, el mayor prefería alejarse y que ambos tuvieran su espacio.

❝— ¿Es demasiado lo que estoy pidiendo?
¿Podemos empezar de nuevo?❞

Eso fue lo último que logró escuchar de YoonOh, luego de eso había salido casi corriendo de la cafetería en la que estaban.
De seguro el menor pudo encontrarle porque sabía que era el lugar favorito de TaeYong.

Y ahora, después de caminar por unas cuantas manzanas, decidió detenerse.
Su mente estaba pasando por un conflicto.
¿El irse sin decir nada había sido una buena idea?
Sabía que si aceptaba volver a intentarlo con aquel que había sido su primer amor, se arriesgaba a salir nuevamente lastimado, o tal vez peor. Pero su lado egoísta también salía a relucir. No quería que volviera a irse, que se enamorara de otra persona, no podía permitirlo.

Tomó aire, inhalando profundamente hasta que sus pulmones estuvieran llenos, llegando a percibir el aroma que producía una floristería cerca de donde estaba parado.
Exhaló como último paso para relajarse un poco. Con tanto en mente le era difícil pensar con claridad y llegar a una decisión prudente.

— Ta-TaeYong...— Aquella voz que era la que menos quería escuchar en esos momentos le sacó de sus pensamientos.— Recordaba que caminabas rápido... ¡Pero diablos! Esto ya es otro nivel

Un agotado YoonOh trataba de estabilizar su respiración mientras el contrario le observaba en silencio. No sabía a qué se debía aquella persecución por parte del más alto, pero decidió esperar a que su respiración volviera a la normalidad para escuchar lo que tenía que decirle.

— Sigues escapando de los problemas TaeYonnie.— Comentó el castaño, mirando al mayor.— Pero desde ahora no te voy a dejar ir. No voy a perderte otra vez.

— Me perdiste desde hace cuatro años. No tienes idea de cuánto te extrañé y deseé que regresaras a mi lado.

— No fuiste el único que sufríó, bebé.

Y ahí estaba TaeYong, siendo doblegado a voluntad del menor con tan sólo una palabra.

— Sé que ha pasado mucho tiempo, que tal vez ya has conocido a otra persona, que ya no me quieres en tu vida...— el castaño dió un paso adelante, acortando la gran distancia que había entre ellos.— Pero en estos años, yo no te he reemplazado. No había día en el que no pensara en ti. Y eso hacia que me esforzara aún más, para poder volver y quedarme a tu lado por toda mi vida.

— Fuiste mi primer amor Jae, y eres el único.

— Y seguiré siéndolo... Sólo si me lo permites.

El mayor se abofeteó mentalmente, no podía creer que aquel chico le seguía haciendo vulnerable en todos los sentidos, como siempre lo había hecho.
Permaneció en silencio. En esos momentos no tenía la suficiente estabilidad mental como para generar una respuesta, por lo que el menor siguió hablando.

— Si te vas, me lo merezco y lo entenderé.

Bien TaeYong podía decirle que necesitaba tiempo para pensarlo, pero cuatro años separados habían sido suficientes para entender que se necesitaban. Además se conocían de toda la vida, se vieron crecer y pedir más tiempo sería algo estúpido.

— Sé que no soy todo lo que necesitas, pero cariño, yo lo seré...— Siguió hablando el castaño mientras observaba a TaeYong pensativo que estaba justo frente a él.— Así que por favor sólo se paciente conmigo.

En ese momento, Lee TaeYong había tomado una decisión.
Sin pensarlo dos veces, se abalanzó a los brazos del menor, atrapándolo en un cálido abrazo.

— Eres todo lo que necesito en esta vida Jung YoonOh.

Si bien ninguno podía enmendar los errores del pasado, de ellos dependía ahora el construir un futuro, juntos, dejando de lado las heridas que el tiempo de a poco cura, y dedicarse a amarse como siempre lo habían hecho.

El menor tomó entre sus manos el rostro de TaeYong, y sin pensarlo más de una vez, lo besó, como lo había soñado cada noche que había pasado sin él, siendo esa su propia definición de el beso perfecto.

TaeYong había tomado la decisión correcta, y sabía que no necesitaba ser muy paciente con el amor de su vida, por que simplemente, amaba todo de él.

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¡Espero que les haya gustado!