my man ◌ gguktae os

unique

" vas a comprender y respetar quien soy, si no es por las buenas pues será a madrazos. "

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- tu marido te engaña y lo hace conmigo, taehyung. - una universitaria se había aparecido en su puerta, sonrisa de suficiencia y aspecto fresco, prepotente. - no hace falta mucho para que te deje por mi.

- hay que dejar unas cosas en claro; yo soy su hombre y mucho me ha costado, tú eres su capricho, preciosa. - el aura de la chica cayó, no esperaba algo así. - vas a comprender y respetar quien soy el día que jungkook vuelva conmigo, porque los trangulitos no me gustan.

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taehyung sabía perfectamente que su esposo lo engañaba, sabía con quien, lo que hacían, lo sabía todo. im haneul se llamaba, aún cursaba la universidad y era la más deseada de ahí, lástima por ella que le gustaba lo ajeno.

últimamente jungkook no se preocupaba por su amante, no la veía, no cogían, ni siquiera contestaba sus llamadas por una simple razón y era kim taehyung. estaba furioso porque lo engañaban pero no se quedaría llorando por algo como eso, porque él era kim taehyung y nadie le vería la cara de estúpido.

era cierto que él había descuidado a su hombre, no podía y no iba a negarlo. ¿iba a divorciarse de jungkook? ¡claro que no! él era su hombre, nadie le podía quitar lo que es suyo, y menos una chiquilla sin experiencia de eso se iba a encargar él. planeó con mucho detalle lo que iba a hacer, volvió a tener la atención de su marido en él, ellos tenían una historia y unos años que no se iban a ir a la basura por haneul porque aquella niña era un capricho que taehyung se estaba encargando de deshacer.

no más noches llegando tarde, ni perfume barato en su ropa, jungkook olvidó por completo quien era haneul porque ella no valía nada para él, habían cogido pero las alas se la había dado ella misma y taehyung estaba listo para cortarselas.

todo iba bien aquel viernes, jungkook había invitado al rubio a bailar y aquello terminaría en una buena noche de sexo, aunque parecía que habría unos inconvenientes pues taehyung visualizó a una castaña furiosa acercarse a ellos. rodó los ojos, eso era lo triste de las amantes como ella, no entendían que ellas siempre serían las otras.

- cielo, creo que te viene a reclamar tu pequeña haneul. - el tono burlón no se hizo esperar, mientras bebía de su copa de bourbon whiskey.

el color bajó del rostro de jungkook, se esperaba que su marido lo supiera si hubiera durado más tiempo con aquella chica pero, maldita sea duró apenas un par de semanas con ella y su rubio ya lo sabía. por una parte estaba orgulloso de él, sabía perfectamente bien quien era kim taehyung y todo lo que hacía, lo hacía con manos limpias, hasta recuperarlo a él.

- por dios, lo que me faltaba. - murmuró, siendo la burla de su marido en todo su esplendor.

- no involucres a dios en esto, kookie. - se rió. - y haste cargo de ésa pequeña zorra antes de que yo lo haga. - le dio un beso antes de separarse para ver a la castaña enfrente de ellos, la sonrisa de suficiencia de taehyung era tan grande.

pobre chica, ahí ella era el mal tercio.

- ¿me puedes explicar qué es esto, jeon jungkook? - colocó sus brazos en jarras, primera cosa mal; reclamar cuando no eres nada.

- uy, usó tu nombre completo. - taehyung y sus benditas burlas.

- amor, por favor. - le suplicó con la mirada el azabache, quería que haneul se fuera lo antes posible.

- ya pues, encargate. - con todas las de ganador, taehyung se sentó en el regazo de su marido.

haneul estaba que sacaba humo, era increíble esto, pensaba no le estaban dando su lugar aunque ninguno tenía.

- para empezar, haneul cogimos dos semanas y ni siquiera te dije que me gustabas ni mucho menos. - un siseo burlón salió de los labios de kim. - estaba un poco perdido y desatendido fue todo, yo tengo a mi hombre y tú no eres nada aquí.

pobre y triste chica, daba pena. - pero tampoco te sientas tan mal, disfrutaste dos semanas de tu mundo de colores, algo es algo querida. - una sonrisa le fue regalada por parte de taehyung.

la castaña no se aguantó ésa humillación, todo era más fácil con las otras personas a las que les había quitado la pareja, todas tenían tan poca autoestima y amor a si mismos que los podía pisotear sin costarle nada. se acercó más a ellos, dispuesta a abofetear a taehyung pero su muñeca fue detenida antes de tocar su rostro.

- que poco civilizada eres, pésima educación te dieron. - apretó un poco más su agarre en su muñeca mientras que se levantaba del regazo de su esposo, jungkook no haría nada pues le encantaba eso de taehyung. - necesitas más que un cuerpo bonito y una mente perdida para robarte lo que es mío, ¿sabes por qué no me dejó? porque jungkook sabe quién es quien, yo soy el que presentó a su familia, con el que sale sin esconderse y con la cabeza en alto. soy kim taehyung, mi amor y no tienes la experiencia, no tienes nada para llegarme a los talones porque yo soy aquí el que tiene la corona. - soltó su agarre de manera brusca. - aprende a respetarte y comprende tu lugar aquí, fuiste la arrimada todo este tiempo y ahora ni eso serás, no te queda hacer teatritos así, quiérete un poco.

indignación, furia y tristeza, eso sentía haneul. le habían dado la humillación de su vida y bien merecido se lo tenía.

- eres un maldito estúpido, él va a regresar a mi. - su voz estaba temblorosa y más parecía una petición. taehyung se carcajeó.

- vas a empezar a respetar lo ajeno y más lo que es mío, porque si no es por las buenas pues será a madrazos. - la sonrisa no se la quitaba nadie. jungkook se levantó del sillón, tomó las cosas de su marido y colocando la mano en su cintura le indicó que se fueran.

haneul trató de tocar el brazo de jungkook al pasar a su lado pero éste no se lo permitió. - respetate un poco, haneul. - su tono disgustado no pasó desapercibido.

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- tu chistesito no te va a salir barato, jeon jungkook más te vale que empieces a arrodillarte o a pensar en algo bueno para contentarme después de tener que lidiar con tus desperdicios. - ése era kim taehyung, decidido y seguro.

jungkook aprendió a la mala que nadie engaña a kim taehyung nunca en su vida.