+ extra

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extra. ¿qué me vas a dar si vuelvo?








y después de dos semanas jeon jungkook no tenía una maldita idea de como hacer que su marido lo perdonara, estaba jodido.

flores, carros, joyas, un guardarropa entero lleno de prendas nuevas que costaban más que el alma de su servidor y narrador, en fin cualquier cosa que en su materialista y hueca cabeza pasó jungkook le compró al ahora pelirrojo.

no le dirigía la palabra ni le despertaba con pequeños besitos, estaba tan frustrado que por su mente de hombre pendejo pasó la idea de resignarse e incluso de volver a engañar a taehyung para tener su atención pero tan rápido como eso surgió se fue, era pendejo más tenía un poco de cerebro para pensar que era lo último que debía hacer.

taehyung se regocijaba en el sufrimiento de su marido, ahora le tocaba a él sufrir como lo había hecho el mismo en un principio. porque jeon taehyung podría ser todo menos el cornudo de ningún hombre, era lo mejor y si hubiera querido, tan fácil como eso dejaba a su marido.












— taehyung-ah. — le llamó por tercera vez, estaba ahí tan lindo y caliente recostado en la reposera frente a la piscina. un suspiro resignado se le escapó, estaba a punto de hacer un berrinche por taehyung como buen hombre de 30 años que era.

— ocupado, intenta más tarde pito chico. — bajó sus lentes un poco para inspeccionarlo con una mirada despectiva, chasqueando la lengua volvió a colocarselos bien.

desde que habían llegado de ésa noche, su pequeño y precioso marido había estado diciéndole así porque sabía lo mal que le caía a su ego. aunque ambos sabían que chico solamente tenía el nombre.

empujó la lengua contra el interior de su mejilla, estaba en su límite.

— bien, es suficiente jeon taehyung. — entró a su hogar por la puerta corrediza, dejándole algo intrigado pero todo eso se esfumó al ver a yeontan correr a su lugar. prioridades.















— ¿qué verga, jungkook?

y ahí estaba el ridículo de su esposo con su traje habitual sólo que tenía un pequeño detalle agregado; su nombre estaba por toda la tela.

"mi esposo es jeon taehyung, no me toques porque se enoja", oh dios, eso era demasiado parejas hetero del 2013 y vergonzoso.

— me voy al trabajo, adiós mi vida. — una sonrisa resplandeciente estaba postrado en sus labios, el corazón de kim se saltó un latido al verlo.

— ¿te vas a ir así? — se le agrandaron los ojos, si jungkook no fuera el jefe seguramente lo despedirían tan pronto pusiera un pie en su oficina.

— así es, nos vemos en la cena. ¡te amo, dulce flor! — agitó su mano con entusiasmo antes de salir por la puerta, el pelirrojo corrió hasta la ventana para verle subir e irse.

de nuevo casi se cae de la impresión. el carro deportivo de jungkook, su favorito, el que más amaba y adoraba estaba tapizado con la misma frase que su traje incluso tenía una etiqueta que decía " sólo subo a mi esposo".

todo empeoró cuando vió la placa del automóvil, JTH1230. verga y doble verga, nunca esperó algo así.

incluso le había llamado dulce flor, era el apodo que le tenía cuando estaba conquistandole, jungkook no era un mal esposo pero algunas cosas habían cambiado con el tiempo y verle actuar de ésa forma era como retroceder años en el tiempo. por primera vez se permitió disfrutar de los actos de su esposo que no eran materialistas, suspiró por lo bien que se sentía sentir que no estaba a miles de kilómetros de su jungkook a pesar de estar a solo metros de distancia en su hogar.





my man  ◌  gguktae osDonde viven las historias. Descúbrelo ahora