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Con cuidado coloco una vendita sobre la nariz herida de SeokJin y él ni siquiera hace una mueca de disgusto o dolor, su rostro se ve sin expresión y a pesar de tener algunos moretones sigo pensando qué es el rostro más perfecto y bello en el mundo.

—Deberías cuidar tu rostro, si yo lo tuviera lo atesoraría— digo guardando las cosas en el botiquín.

El frunce el ceño mirándome con extrañeza —¿De que tonterías hablas?.

—No son tonterías, tienes una cara tan bonita como para qué dejes que todo el tiempo tenga moretones— me defiendo desviando la mirada al recordar su rostro sudado y sonrojado por lo que hicimos momentos atrás.

SeokJin rompe en carcajadas y sostiene su estómago —¿Estás diciendo que te gusta mi cara?. Oh, por eso accediste a tener sexo conmigo tan fácilmente. Pervertido.

—El que me guste tu cara no me convierte en un pervertido como tú, que se excita con golpes— declaro y él deja de reír —¿Cómo puedes sentir placer al ser golpeado?, Eres raro.

—Ya cállate, me voy a buscar algo de comer— dice y sale de la enfermería sin regresar a la clase. Incluso esa tarde no lo vuelvo a ver.

Los siguientes días tampoco vuelve a clases y aunque creo que es mejor no volverlo a ver, me es inevitable no pensar en el por qué no ha venido, ¿acaso se metió en más peleas y lo han lastimado?

—Profesor, ¿Podría llevarle los apuntes a SeokJin?— pregunto y el profesor encargado de nuestra clase me mira confundido
—Somos amigos pero no sé con exactitud donde está su casa.

El suspira juntando unas hojas
—A SeokJin le servirá juntarse con un muchacho responsable como tú. Ve y dile que se apresure a volver, ese chico solo causa problemas.

Caminando hacia su casa me detengo a pensar en lo que estoy haciendo, ¿acaso me urge verlo?. Bueno es cierto que ver un rostro tan hermoso como el que SeokJin posee es una gran virtud.

Y es cuando saber que tener cerca a la persona con ese rostro que tanto buscaba me hace olvidar que es un pervertido con un extraño fetiche; desde pequeño me di cuenta de que no era normal, siempre tenía que encontrar algún defecto en las personas que me rodean como: “tiene la nariz muy grande o muy pequeña”, “el color de sus ojos no me agrada”, “sus labios son muy pequeños”, “su perfil no me gusta”. Siempre que una persona se me declaraba inevitablemente tenía que escanear cada parte de su cara para así saber si se le correspondería.

—Si eres popular, ¿por qué no sales con alguien?— pregunta mi hermana robándome unas papas fritas.

Molesto se las quito —No quiero aún y deja de preguntar, chismosa.

—¡No soy chismosa!— exclama molesta.

Probablemente sí he querido estar en una relación como todos mis compañeros, verlos caminar de la mano con una chica o comer juntos es algo que quisiera hacer pero mi extraña obsesión por encontrar a la persona con el rostro perfecto me impide eso.

Fue entonces cuando tuvimos que mudarnos debido al empleo de mi padre y yo fui transferido a una nueva preparatoria, fue justo el segundo día de clases cuando me topé con aquello que siempre buscaba, «un chico» pensé, era una lástima por qué no soy homosexual o bisexual pero teniendo lo que siempre busque, mi completa atención se desvío a Kim SeokJin. Admirar sus delicados pero masculinos rasgos faciales era tan placentero, sus ojos grises, su cabello negro que cae sobre su frente, sus gruesos labios cereza y pestañas largas, «ah, tan bonito», pero entonces me sentí molesto cuando los siguientes días el chico venía a la escuela con un nuevo golpe o moretón en el rostro, ¿qué clase de loco era para meterse cada día en una pelea?. Entonces oí sobre los rumores y yo mismo lo comprobé, nos besamos e incluso tuvimos sexo, no pude contener mis deseos sexuales al ver ese hermoso rostro sonrojado mirarme con lascividad.

Si, me había excitado con tan solo ver su perfecto rostro.

Toqué a la puerta un par de veces y oí unas voces del otro lado, suspiré pesadamente volviendo a tocar y de pronto la puerta fue abierta por un chico bajito de cabellos rubios, el me miró con una sonrisa —¿Quién eres?

—Un compañero de SeokJin, ¿Sé encuentra?— pregunté algo irritado.

De pronto SeokJin se asoma y me sorprendo al ver una gasa cubrir parte de su abdomen, tiene curitas en el rostro y una venda en el brazo «ah, sabía que se había metido en más peleas».

—Tengo que irme Jin, nos vemos luego— el chico palmeó cerca del glúteo de SeokJin y se fue rápidamente después de eso.

Un singular sentimiento de disgusto se instaló en mi interior y fruncí el ceño —¿Ni lastimado dejas de coquetear con hombres?

—¿Qué asquerosidades dices?. Él es mi primo— SeokJin me mira con los brazos cruzados —¿Por qué estás aquí?

Apenado reviso mi mochila y saco los apuntes —El profesor te manda esto, ¿volviste a pelear y por eso no has ido a la escuela?

—Tu tienes la culpa— dice calmadamente y mantiene su mirada sobre mi.

Confundido ante su confesión me es inevitable no sonrojar me, él es tan directo y extraño que me toma por sorpresa —¿De qué hablas?. Yo no te mandé a excitar te con golpes.

—No, pero mientras buscaba placer en aquella pelea no pude defenderme como siempre por qué pensé en ti— de nuevo el calor llega a mí rostro y lo miro con detenimiento para saber si solo está jugando o mintiendo
—Recorde tu rostro mientras teníamos sexo y eso me hizo desconcentrar me.

Suspiro pesadamente al verlo sonreír tan sinceramente —En verdad eres un tipo raro SeokJin.

Él se sienta y toma los papeles
—No me llames "raro" cuando tú también lo eres, fetichista de rostros hermosos.

Me atraganto cuando menciona mi extraña obsesión y cuando estoy a punto de salir él me detiene tomándome del brazo
—Ya que nuestros cuerpos se acoplan muy bien el uno al otro deberíamos comenzar a ser amigos, ya sabes platicamos en la escuela y tenemos sexo por las tardes.

—¿¡Qué clase de amigos hacen eso!?— exclamo alterado e intento cubrir mi sonrojo.

Pero de nuevo SeokJin se encuentra sobre mí, atacando mis labios y no es más que cuestión de segundos para que esté correspondiéndole.

Romance Pervertido| TAEJINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora