THE DARK LIST

LA LISTA

Estoy en una banca en Central Park, realmente nunca pensé que estaría en Nueva York con este propósito pero es necesario para la culminación de mi mayor logro, son las 14:23 y mi contacto aún no llega, está retrasada casi una hora, no puede ser posible, tengo que tomar un vuelo en 3 horas y ya debería de estar camino al aeropuerto.

-Boo.-dice alguien en mi oído.

-Christina, no es gracioso-le respondo seriamente.

-Relájate Anastasia.

Christina se sienta a mi lado y veo que lleva el sobre entre sus brazos.

-¿Hiciste el deposito?-me pregunta inocentemente.

-¿Quién crees que soy?

-Solo me aseguraba, he tenido clientes como tú y a veces se les "olvida".

-Luego los hackeas y les robas el doble.

-¿Y para que te digo que no?

Nos miramos y reímos al mismo tiempo, mi viaje más importante va a comenzar y todo comienza con ese sobre que esta tan cerca de mí y al mismo tiempo tan lejos.

-¿Podemos hacerlo ya?

-Siempre tan impaciente.

-Ya esperé demasiado Christina.

-Lo sé.

Ella me entrega el sobre amarillo, es pesado, Christina realmente investigó lo más que pudo, sus servicios son caros, pero efectivos.

-Perfecto-digo satisfecha, mientras mi amiga me mira con desaprobación-¿En serio no lo dirás?

-¿Decir que?-me pregunta tratando de sonar inocente.

-Que no debo hacer mi plan maestro, que estoy mal, que la venganza no me llevara a nada bueno, que aún estoy a tiempo y bla bla bla.

-No soy quien para decirte que no lo hagas.

-Si tu fueras yo, ¿lo harías?

Christina me mira pensativa, ha revisado toda mi vida para conseguir las respuestas que tanto he ansiado, ella es de las pocas personas que me conoce como nadie en el mundo, no creo que ni mi prometido me conozca tanto.

-No lo sé. Tal vez lo dejaría ir o tal vez no. Pero eso no importa, porque eres tú la que debe de tomar esa decisión y nadie más. ¿Cuántas llevas hasta ahora?

-Doce, hasta ahora todo ha sido demasiado fácil. Sólo tengo que mover algunos contactos y ellas quedan en la calle.

-Ahora vas por los peces más gordos.

-Si, ya lo sé pero no importa, terminaré lo que comencé- Miro el reloj y el tiempo me impide quedarme mas tiempo-Tengo que irme.

-Si necesitas cualquier otra cosa, llámame, no importa que sea de madrugada.

-¿Siempre eres tan generosa con todos tus clientes?

-No todos mis clientes son mi mejor amiga.

Nos abrazamos y me pongo de pie, cargando el sobre junto a mi bolso.

-Cuídate mucho Christina.

-Lo mismo para ti, Anastasia.

3 HORAS DESPUÉS:

-Señorita estamos listos para despegar dice la azafata para que guarde mi laptop.