Legends Never die | Rivamika

000: Esto no es el fin. Es solo el comienzo.

Diclaimer: Los personas le pertenecen a Isayama Hajime. Yo solo los tomo sin fines de lucro y por pura diversión. Tampoco me pertenecen las imágenes que utilice en esté capitulo, sino a su respectivo autor. 

Advertencia: Algunos eventos conocidos serán modificados y conforme a la comodidad del mismo escritor.   

N/A: Es mi primer fanfic de Shingeki no Kyojin, se centrara en Levi y Mikasa Arckerman. Pero puede suceder también mini-historias por fuera de ellos, tener futuramente ciertos toques de acción y crudeza. Sin mas que decir... Espero que sea de su agrado. uwu <3

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Una larga cola de peregrinación de hombres a caballos, marcharon en el mas sepulcral de los silencios pueblo a pueblo. Acompañados por el sonido de un soplido que recorrió kilómetros de follaje fresco, también de las copas de esos árboles que nacieron en solitario por un sendero de tierra y cortado aquel paso por una larga edificación de una altura de cincuenta metros.

Un gran monstruo, hecho con un mineral de dureza impenetrable; que albergaba un millar de secretos y protegía a su vez tan solo un poco del tercio de la humanidad, al borde de ser exterminada de la faz del planeta. ¿Qué sucedería si esa última barrera se derrumba, algún día? Siendo que su hermana: María; ya lo había hecho hace siete años atrás, sería cuestión de que corriese a prisas la arena dentro de un reloj y rezar por la piedad de sus desgraciadas almas.

—¡Es la tropa de Reconocimiento!— cantó a los cuatro vientos, uno de los hombres custodiando la entrada principal a la Capital. Mandando una señal al alzar un brazo al cielo, para que activaran los engranajes de aquellos rieles y subieran ese pesado portón ornamentado con el emblema de la diosa Sina.

—¡Avisad urgentemente al palacio!—Continuó—: ¡Informen de esto a la reina Historia!

Una mujer de coleta castaña, observó de rabillo a través del lente de sus anteojos a su compañero que mantenía su mirada al frente y se disputaba de poner una palma sobre el hombro de uno de sus compañeros. Un sujeto de unas cuencas de tono azulino naval, rapado tanto por los costados de ambas sienes y nuca; y cubierto por una semi-corta cabellera azabache.

Incluso ésta tiene sus momentos en que fallaba. Su brillante inteligencia, era de mucha utilidad dentro de las murallas y por el otro le hacia ser defectuosa para dar un aliento de forma inmediata.

—Si lo haces...—Le advirtió, sin media pizca de piedad en sangre—. Voy a cortarte cada uno de los dedos, cuatro-ojos.

—Levi—Delató su identidad, Hanji Zoë; actual reemplazo en servicio de Erwin Smith—: No tienes que seguir sino-..

—Cuatro-ojos: Entiende que...

—¡No!—Le frenó, espoleando su propio caballo e interponiéndose entre medio del trayecto del caballo negro; del que era considerado El hombre más fuerte de la humanidad"—¡Vas a escucharme tú a mí!

— No lo haré—le contradijo gélido de voz; más de lo habitual— Hazte a un lado.

—¡Enano de mierda!— le bufó abiertamente, al borde de tener un ataque de nervios y ejerciendo cierta presión entorno al las tiras de cuero de las riendas— ¡Te estoy hablando como tu amiga!

—Hanji...

—Es toda mi culpa...—Reconoció la científica—Fue demasiado pronto.

Hanji no le hablaba con el mismo entusiasmo siempre, que mostraba muchas veces frente a un titán. Se encontraba apenada de si misma e indigna. Levi lo supo por su lenguaje corporal; que explotó todo aquel estrés que fue acumulando durante la vuelta. El anterior comandante si hubiese podido lidiar con la frente en alto esa derrota. Pero, ¿Acaso fue un error colocar a Hanji al frente? ¿Debe culparla de que hallan vuelto antes de tiempo?