Diego

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Diego estaba preparando el desayuno con su amigo Temo mientras este intentaba sacarle información sobre su distanciamiento con Mateo.

Cuauhtémoc: y por qué ya no se hablan?.

Diego: a su hermana no le gusta vernos juntos pues porque yo le puedo pegar lo gay.

Cuauhtémoc: eso es ridículo y es tonto que sigas siendo su amigo si el acepta eso.

Diego: no le queda de otra porque su hermana sabe su secreto.

Cuauhtémoc: cual secreto?.

Diego: te juntas mucho con la familia de tu novio siempre quieres saber el chisme.

Cuauhtémoc: no te cuesta nada decirme prometo no decirle a nadie.

Diego: ni a tu novio?.

Cuauhtémoc: ni a Ari.

Diego: Mateo es bisexual.

Cuauhtémoc: eso no me lo hubiera imaginado nunca.

Diego: yo tampoco pero el me lo contó y yo tuve que ayudarlo también quiero seguir haciéndolo pero su hermana no lo deja.

Cuauhtémoc: y ustedes se gustan?.- pregunto con una sonrisa-.

Diego: solo somos amigos tu sabes que a quien quiero me rechazo.

Cuauhtémoc: yo creo que Mateo y tu harían linda pareja.

Diego: yo no estoy para ser pareja de alguien que está en el clóset eso nunca.

Cuauhtémoc: y si estas para ser amigo de alguien que está en el clóset?.

Diego: si, es muy distinto.

Ubaldo llamó a Diego para hablar con el sobre una situación muy importante por lo que el chico fue a la casa de campaña de su papá y apenas entró Ubaldo dijo las palabras que Diego nunca pensó escuchar.

Ubaldo: tu mamá quiere separarse.

Diego: por qué?.

Ubaldo: tiene un amante.

Diego: eso no es verdad ella no podría.

Ubaldo: solo quiero abrirte los ojos para que veas quien es quien.

Diego: mi mamá sería incapaz de una cosa así.

Ubaldo: es la verdad Diego tu mamá es una cualquiera.

Diego: no te refieras a ella de esa forma nunca más.

Ubaldo: como no confío en tu mamá quiero que nos hagamos examen de ADN para saber si tu eres mi hijo.

Diego: claro que soy tu hijo... por qué lo dudas?.- salió corriendo-.

Cuauhtémoc y Aristóteles iban caminando por los pasillos de la universidad cuando vieron a Soledad.

Aristóteles: esta buscando a Diego?.

Soledad: si, necesito hablar con él.

Cuauhtémoc: el fue con Ubaldo.

Soledad: eso no puede ser... seguro intentará ponerlo en mi contra.

Diego estaba en su habitación viendo una foto que tenia con su familia cuando volvieron esos pensamientos que hace mucho tiempo no tenia y lo atormentaban una y otra vez, de nuevo creía que no era suficiente para nadie, que debía morir, que nunca nadie lo había querido y que solo era utilizado por todos, además de que todo este tiempo había vivido una farsa con su familia.

Diego: Ya basta no quiero más.- grito y comenzo a llorar- déjame tranquilo por favor ya estoy harto de ti de todo esto.- comenzo a dolerle la cabeza y no lo soportaba más tenia que hacer algo para calmarlo por lo que fue al baño y ahí sacó de una máquina de afeitar unas hojas antes de hacer lo que tenía planeado se miro a un espejo- eres un maldito cobarde Diego Ortega- puso la hoja de afeitar en su brazo y cuando se disponía a hacer un corte en su piel sintió la voz de su amigo y la de su novio llegar por lo que salió del baño corriendo a abrazar a su amigo.

Cuauhtémoc: que pasa Diego?.

Diego: te necesito, por favor ayúdame no quiero estar más así.- Ari y Temo se miraron con preocupación-.

Aristóteles: estamos aquí para ti Diego, algun idiota te hizo algo?.

Diego: no, yo solo... intente suicidarme.- comenzó a llorar más fuerte- no soporto este dolor, necesito que se calme.

Cuauhtémoc: todo va a estar bien, lo prometo.- abrazo aún con más fuerza a su amigo-.

Soledad llegó y fue directo donde su hijo ahí los dos se abrazaron y comenzaron a llorar.

Diego: por favor di que no es verdar.

Soledad: que cosa?.

Diego: papá dijo que lo engañaste.

Soledad: eso es mentira, yo nunca lo engañaría.

Diego: entonces por qué lo dijo?.

Soledad: yo le pedí el divorcio pero no porque quiera estar con otra persona.

Diego: perdóname por creer eso.

Soledad: no tengo nada que perdonarte tu eres lo mejor que yo tengo.

Otra vez más Diego estaba en frente de su psicólogo para hablar e intentar subir el ánimo que por lo visto ya nunca más subiría.

Psicólogo: que es lo que viste para que te pusieras así tan mal?.

Diego: vi foto en la que estaba con mi familia.

Psicólogo: y eso por qué te dio tristeza?.

Diego: porque quiero ser feliz como antes pero se que nunca más volverá a suceder.

Psicólogo: me habías dicho que ahora tenías el propósito de hacer felices a los demás, se te olvidó eso?.

Diego: creo que si, es que usted a sentido una voz que le dice que se ha fallado, que odia con todo su ser la persona que es y lo que le toca vivir?.

Psicólogo: a todos nos pasa pero es preferible escuchar y hacer más fuerte esa voz que te alienta a seguir adelante.

Diego: lo sé, pero duele y no soy lo suficientemente fuerte.

Psicólogo: yo creo que eres demasiado fuerte, tuviste la valentía de pedir ayuda y eso muy pocos lo tienen eres un grande Diego.

Diego: pero volví a caer.

Psicólogo: las recaídas son dolorosas pero siempre aprendes algo de ellas.

Diego: y que se supone que aprendí de esta?.

Psicólogo: a que pudiste detener a esa voz que te dañaba y no dejaste que dejara que te lastimara.

Diego: odio hablar de esa voz como si fuera externa a mi siendo que soy yo.

Psicólogo: tienes que seguir pensando que es algo externo a ti para que veas que es algo que puedes eliminar.

Diego: pero por lo que he leído nunca se va.

Psicólogo: esa voz la tenemos todos pero hay gente que decide ignorarla y eso es lo que tu no estás haciendo y que debes hacer.