«Lo asesinaré» 2/2

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Shipp: Wei WuXian y Wen Ning.

Segunda y última parte de la historia con el mismo nombre.

Gracias por leer

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Pero antes de poder cumplir con lo que dijo, muchos eventos cayeron encima suyo, rompiendo aquel delicado hilo de cordura que quedaba en el patriarca.

Su shijie murió por su insistencia. Él solo quería hacer pagar al segundo jade por su atroz cometido, uno que iba en contra de todas sus absurdas reglas, pero esto mismo provocó que se desencadenen un sin fin de errores y sobretodo, la muerte de su amada hermana.

No solo el pensamiento de su pérdida, también el haber dejado huérfano a su preciado sobrino, Jin RuLan, apenas siendo un infante.

La muerte de Wen Qing, la hermana de su amado. La muerte de Jin ZiXuan, el amado de su hermana. El rechazo justificado de Jiang Cheng, su preciado hermano. El odio de las 4 sectas más prominentes y el temor de todos los pobladores. Y como si fuera poco, no tuvo oportunidad de acabar con el segundo joven Lan.

Todo fue en contra suya. Todas las sectas fueran encima suyo, con un mismo fin...

Asesinar al temido patriarca Yiling.

( . . . )

Su cordura fue echa añicos.
Su mirada estaba perdida.
Su respiración era entrecortada y su cuerpo parecía poder romperse ante un simple tacto ajeno.
De su boca apenas salían palabras, pero estas eran de rechazo.

De rechazo hacia HanGuang-Jun.

El Lan se había atrevido a tenerlo en brazos, desconociendo el porqué, Wei Ying solo observó túnicas fúnebres delante suyo y algunas voces que se le eran conocidas, aunque eran la minoría.

¿Qué sucedía?
¿Dónde estaba Wen Ning?

Wen Ning...
Wen Ning...
¡Wen Ning!

—¡Suél...tame!

El grito de WuXian salió entrecortado debido a la sangre atorada en su garganta, logrando que escupiera una buena cantidad de líquido rojo y a su vez negruzco.

El alarido provocó que los Lan presentes apuntaran con sus espadas al patriarca ante la mirada recelosa del segundo jade.

—WangJi, esto es inaceptable, ¿no vez qué no quiere tu ayuda? ¡Aléjate de una vez! —bramó Lan QiRen a su joven sobrino.

El lider Lan se mecía entre ambos bandos. Quería mucho a su hermanito y sabía lo que el joven Wei WuXian le causaba al corazón de este, pero estaba yendo en negativa de todos los principios de su secta.

—Hermano, por favor... —la mirada suplicante del menor de los Lan hizo que el lider retroceda.

XiChen presentía lo que se acercaba, los ancianos de su secta veía de mala forma la escena frente a sus ojos.

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