"¿Dónde estoy?"
Ese fue el primer pensamiento que tuve al llegar a éste extraño poblado llamado Atlanta, todo se veía muy viejo, un lugar como si la tecnología aún no estuviera avanzada. Decidí caminar por la ciudad para ver si podía recordar algo, pero no, ni un solo recuerdo de mi pasado, ni una nota, ni tan solo una imagen de donde vengo. Hasta ese momento creí que debía empezar de nuevo sin conocer nada hasta que lo vi a él.
-Hola joven, parece un poco desorientado. ¿Lo puedo ayudar en algo?
Al inicio pensé en decirle todo, pensé en decirle que no sabía quien era, ni el como o cuando llegué, pero sabía que me apodarían de loco, así que decidí pensar en un nombre falso. Ese nombre iba a ser Ving, lo dije porque sabía que lo podría recordar más tarde, pero ¿por qué sonaba en mi cabeza tan duro ese nombre?
~Hola, señor, sí, creo que me puede ayudar. ¿Dónde se encontraría un mapa de la ciudad?
-Hmm. ¿Un mapa? Tranquilo, pequeño aventurero, yo te puedo regalar uno, pero antes me gustaría saber tu nombre y el porqué estás vestido de esa forma.
¿Mi ropa? ¿Qué tiene de malo mi ropa? No sabía que tenía puesto, realmente ni sabía dónde estaba así que preferí mentirle diciendo que era una ropa que yo mismo creé.- Que elegante vestimenta, amigo mio, espero vestirme de esa forma en un futuro, aquí tienes el mapa.
Solté una pequeña carcajada antes de tomar el mapa y largarme de ahí, al llegar a una pequeña plaza fue cuando abrí el mapa y ahí vi que lo que creía que era un pequeño poblado resultó ser toda una ciudad. Intenté orientarme de donde estaba, pero la ciudad era tan grande que no tuvo algún resultado positivo, preferí optar por ir a pedir ayuda antes que perder mi tiempo. Conocí a una señora la cual me pareció muy extraña era como mitad gato, bueno, no me importó mucho su físico ya que me ayudó a fijarme en donde estaba.
Al lograr orientarme de donde estaba empecé a moverme hacía una especie de escuela en la que estaban enseñando artes mágicas. Probé inscribirme y rápidamente luego de inscribirme un hombre muy pequeño me dijo que fuera a un estadio de dicho lugar, así que fui y como creía era un examen, pero uno muy peculiar, me pedían que me enfrentara a otra persona. Sin muchos preámbulos él me empezó atacando con todo, empecé a correr como un animal salvaje con el fin de esquivarlos, pero no, no podía ser tan fácil, empezó a perseguirme y me alcanzó fue cuando me empezó a golpear con sus grandes manos, no podía esperar menos de alguien que medía aproximadamente dos metros, y en ese instante lleno de adrenalina y temor a morir pude usar magia, imaginé en que mis manos se hicieran piedra para poder golpearlo con más fuerza y se hicieron piedra, así fue como dejé inconsciente a mi rival.A los pocos minutos de dejarlo inconsciente llegó el extraño hombre que me llevó a ese lugar diciéndome que estaba aprobado en la academia de magia.
~ ¿¡QUÉ? ¿ESTÁS LOCO? Pude morir.- Pero no fue así, le ganaste, estás dentro de nuestra escuela. Por favor ve hacía aquél lugar para que te ofrezcan una ropa un poco más agradable que esa toda fea que llevas.
En ese instante realmente no sabía que hacer, lo mejor era hacerle caso así que lo hice, y como él había dicho me dieron una vestimenta nueva y un banquete que pude disfrutar de la mejor manera. También me dijeron que debía instalarme en las pequeñas cabañas que la academia le otorgaba a los estudiantes, pero como no tenía nada más que el extraño nombre de "Ving" en mi cabeza fui a la cabaña y tome una pequeña siesta en ese lugar.