Amor prohibido

Una visita inesperada

Holisss..... les traigo otro capitulo mas de esta pequeña historia.  

Disclaimer: La historia es originalmente mía pero los personajes son de DC comics y solo los uso por diversión sin embargo la historia es completamente mia.

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Una chica de pelo violeta iba caminando rumbo a la cafetería del centro enviando un mensaje de texto a su novio. Cuando en un descuido tropezó con una joven la cual no pareció  ver por donde se dirigía al verse a  la  cara no podían creer lo que veian, unas antiguas amigas  de la preparatoria.

- ¡ Kory Ander's! ¿Eres.... eres tu? –  cuestiono la chica de palida piel.

- ¡Rae... Rachel! – la peli roja estaba perpleja ante la peculiar reunion.

- Si soy yo, Rachel Roth ¡Pero! ¿Que haces tu por aquí? – Rachel vio como las lagrimas corrían por ese alegre rostro, su corazón se estrujo – ¿Amiga te sucede algo?

- Rae, el me engaña – se lanzo a sus brazos.

- De que hablas? ¿Quién te engaña? – la consolo la chica quien no entendia de que hablaba.

- El que se supone era mi prometido.

- Uououo... explicame esto con calma, voy hacia una cafetería mas adelante ¿Quieres ir?

- No mejor vayamos a mi departamento. No quiero que nadie nos moleste.

- Pero no tengo auto y no tengo suficiente dinero para un taxi.

- No te preocupes mi chofer esta aquí – enseguida el chofer abrió la puerta de la suburban negra aparcada fuera de las industrias Wayne ¿Qué hacia mi amiga aquí?

- Pero.... veria a mi novio – alego la peli violeta.

- Por favor acompáñame no quiero estar sola.

- ¿Y quien es el? – un joven bien parecido se encontraba en el vehiculo.

- El es mi asistente  – se limpio la nariz Kory – Ven vayamos a mi apartamento.

Sin mas, ambas chicas subieron a la camioneta con dirección a un lugar mas privado. Cuando llegaron al departamento ambas chicas se pusieron al corriente sobre sus vidas mientras el asistente trataba de mimar a Kory.

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En la oficina de los Wayne

Temeroso me dirigí a la oficina. Tome el elevador, el pasillo estaba solitario. Llegue a la puerta mi hora había llegado, toque y una voz respondió desde adentro.

- No sé que haces tocando la puerta, pasa. – entre con algo de duda – Siéntate.

- De que quieres hablar ahora? – le cuestione a mi padre.

- Se lo que sucedió – mi padre nunca levanto la vista seguía viendo sus papeles – En verdad eres un imbécil Richard.

- Si solo planeas insultarme mejor me largo.

- No te levantes, siéntate – por primera vez me vio a la cara – ¿Que demonios pensabas al besarte con tu ex en la oficina? Que nadie te descubriría; que seguía después ¡SEXO en tu escritorio! Esto no es un motel Richard.

- Tú no sabes como sucedió – le grite a mi padre.

- Ese no es el punto – me hablo con voz mas alta y dura, la cual solo usaba para regañar a Damian o Jason.