El baúl de los recuerdos

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Los rayos del sol entraban tímidamente por la ventana acariciando mi rostro aun dormido, mientras mi querido esposo me abrazaba con sus musculosos brazos, sin dejarme posibilidad de escapar, apoyando mi cabeza en su pecho.

-Mmmh...buenos días cariño.

Dije cariñosamente mientras besaba su mentón despertándole a él también.

-Buenos días cielito...

Respondió cariñosamente, besando mi frente.

-¿Cariño te importaría soltarme? Tengo que vestirme y hacer cosas en la granja.

-Mmh...no, no quiero.

Dijo haciéndose el remolón, abrazándome más fuerte.

-Venga no seas crío, sabes que los animales me necesitan, y si no me pongo a recoger huevos y leche no podremos desayunar.

-No necesitamos leche ni huevos, aquí tienes de sobra.  Tenemos aspersores de iridio y dispensadores de heno automáticos, la granja puede esperar... por qué no te quedas un ratito más en cama conmigo y dejas que tu marido te compense por todo tu esfuerzo.

Dijo mientras me besaba el cuello.

Alex tendía a despertarse algo juguetón por las mañanas...a veces lograba liarme y acabamos hasta las ocho de la mañana haciendo... cosas, pero no puedo dejar que sus encantos me dominen, sin importar cuantos besos me de, tengo que cumplir con mis tareas.

-Alex, no seas cochino, y deja de decir esas cosas que me da vergüenza

-Pero si en el fondo te gusta, mmmh~

-¡O-oye! ¿Dónde estás metiendo esa mano?

-Jeje~

-Lo digo enserio, joder...jajaja...¡Para ya de hacerme cosquillas guarro!

Grité con la voz aguda, mientras sus dedos se deslizaban lujuriosamente por todo mi cuerpo, dibujando con sus yemas la forma de mis músculos.

-¿Si quieres que pare por qué pones esa voz tan sexy? Así solo consigues que me den más ganas...mira como me has puesto.

Susurró cerca de mi oído mientras tomaba mi mano, posándola  sobre su erección matutina que se alzaba bajo la ropa interior.

-C-calla...no pienso hacerte caso, además ya estabas así de antes.

Agarré la almohada y le di con ella en la cara, pero este la bloqueó lanzándola lejos de un manotazo, dejándome desarmado, tirándose sobre mi mientras me miraba con una sonrisa lasciva.

-No creas que vas a escaparte de mí tan fácilmente...

-Yoba ten piedad de mi...

Dos horas más tarde...después de unos dos asaltos, Alex me dejó marchar, mientras me miraba con esa miradita suya que tanto me irritaba...joder, odio que me ponga esos ojos lujuriosos, hace que acabe rendido a sus pies.

-Hoy te preparas tú el desayuno.

Respondí enfadado, mientras me cambiaba de ropa.

-¡Jajajajaja! Vamos, no seas tan gruñón de buena mañana, aún encima que te hago un masaje especial para relajar tus músculos.

Los músculos del esfínter no necesitan relajación, bueno...depende de para qué, ¡Pero no viene al caso!

-Burro.

-Pero soy un burrito lindo.

-Eso no puedo negarlo.

Me giré para darle un beso de despedida y terminé de vestirme para recuperar el tiempo que había perdido.  e llevó un buen rato recoger todos los huevos,  ordeñar a mis vacas y cabras, recoger las trufas y luego meter todo en su respectiva máquina. Cuando acabé de atender a mis animalitos,  la siguiente parada era el invernadero , había varias fresas frescas listas para ser recogidas, y las calabazas estaban en su mejor momento, cuando trabajas en la granja se te pasa el tiempo volando.

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⏰ Última actualización: Mar 11, 2021 ⏰

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