•Capítulo 1•

50 5 28
                                    

6 de enero del 2017

- Lia ¿vas a pedir ese bocadillo de jamón y queso? - suspire al darme cuenta de que no me estaba prestando atención. - Lia tengo novio - Recupere su atención.

- ¿Como? ¿Tú? ¿Con novio? Imposible. - Soltó una risa

-Que graciosa.

-Siempre cariño. - Me guiñó un ojo.

-Te odio. - Le dije entrecerrando los ojos.

- Yo también.

Lia llamo a la camarera para ordenar.
- ¿Que van a ordenar señoritas? - Al finalizar el pedido Lia recibió una llamada.

- Hola mamá, si en un rato...¿como que a las nueve? Pero...- Pude notar incomodidad en su voz. - Esta bien, nos vemos.

- ¿Todo bien? - Pregunte.

- Nada esta bien, me quiere en la casa a las nueve, te juro que no la entiendo, ya pronto cumpliré los 17, debería darme más libertad. - Suspiró.

- No te preocupes, comeremos rápido y seguro llegas a tiempo, espero. - Intente animarla.

- Si bueno.

Y así lo hicimos, nada más llego la comida no perdimos tiempo y empezamos a devorarla.

- ¿Acabaste? - Asentí.

Nos dirigimos a la caja y Lia dedidio pagar ya que el cajero era un chico guapo.

- Irene mueve el trasero. - Dijo al salir de la cafetería.

- Eso hago.

- Dime la hora - Saque el celular de mis jeans y encendi la pantalla.

- Un cuarto para las nueve. - Dije y nada mas acabe de pronunciar la frase hecho a correr.

- ¡Oye! - Intente llamarla pero ya se habia alejado.

Vaya, me dejo sola, perfecto. Empece a caminar, ya no tan rápido porque seria en vano.

Entonces lo vi, aquel chico alto de tez blanca, cabello negro y ojos marrones, desconozco su nombre, lo único que pude averiguar es que vive a dos calles de la cafetería y lo supe de casualidad, ya que una mañana lo vi saliendo de un edificio, así que deduje que ahí es donde vive, es eso o que se queda a dormir con su novia, prefiero quedarme con la primera opción.

Le lance una mirada lo más discretamente y pude observar a dos chicos más con él, uno tenia la sudadera roja y otro tenia el cabello rubio.

Tenía dos opciones, pasar por su lado como equis persona que pasa por la calle o cruzar la pista y seguir por la otra vereda.

¿Porque no arriesgarse?

Decidí ir, podía ser mi única oportunidad de tenerlo tan cerca. Intente no ponerme nerviosa y camine hacia él, estaba tan solo a centímetros cuando alguien hablo.

- Adrien, ¿ya le dijiste a Lola que te mueres por ella? - Por favor no contestes, que sea el otro chico, no tú.

- Calla imbécil - Mierda.

- Se acaba de sonrojar. - Dijo el otro chico.

Ni se dieron cuenta de mi presencia, vaya así que si tiene a alguien, lo único bueno que pude sacar de todo esto es que al fin se como se llama, "Adrien" le va un montón ese nombre.
Mi teléfono comenzó a sonar justo cuando llegue a la parada de autobús.

- Mierda Irene - Vaya, Lia al fin se acordó de mi. - ¿Donde te has metido?

- Tú señorita, te olvidaste que venias con una amiga. - la escuche suspirar - Y saliste corriendo.

HesitateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora