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15 años
.• El asesinato •.

Aidan estaba sentando en el sofá con un cuaderno y dos libros a su lado. En el otro sillón se encontraba Casey, recitando los deberes que tenían para esa tarde. La mesa de centro estaba cubierta de comida chatarra que seguro a mí no me dejarían comer nunca, o al menos no frente a mi madre, que hace un mes se le pegó la idea de llevar una vida saludable y natural.

Aidan sonrió y golpeó con su lápiz a Casey.

De acuerdo, lo estaba espiando. Pero no es mi culpa que después de besarnos hace más de un año él no haya hablado del tema.

Volvíamos a la relación de antes, esa de los buenos días y aquí no ha sucedido nada. Ya ni siquiera sabía si tenía celos, había fingido estar interesada en otros chicos, pero Aidan me ignoraba y seguía con su vida.

Incluso, tuvo una novia.

Me costó mucho admitirlo, pero al final tuve que hacerlo. La verdad estaba frente a mis ojos y yo me vendaba para quedar ciega, me gustaba Aidan y no podía evitarlo.

Aún lo odiaba, a final de cuentas era un intruso en mi casa aunque lo conozco desde niños, pero por otro lado era inevitable no sentir ese hormigueo en la piel cada vez que el sonreía o cuando su mirada se iluminaba y demostraba lo feliz que era.

No era bueno para mi salud mental, me desvelaba pensando en porque ya no me hablaba. Tampoco lo era para mi sistema nervioso y respiratorio, mi corazón se aceleraba de una manera increíble cuando estaba cerca de él y me faltaba el aire cuando él me decía todas las mañanas “Buenos días”

Algo andaba mal conmigo. Hace unos años me habría tirado del segundo piso hasta que mi cabeza sangrara y recobrara la razón, sin embargo, ahora no me importaba demasiado.

Estúpido amor que no controlaba a las personas,  ¿Hacer que me enamore de Aidan?

Estúpido, estúpido, estúpido.

Aidan volvió a sonreír y dejé de pensar por unos cuantos minutos.

-¿Espiando a tu amor? -salté del susto al oir la voz de Jacob en mi oído. Como estaba en las escaleras, rodé hasta llegar abajo y chocar con un ruido seco contra el suelo.

-¿Qué fue eso? -escuché que preguntó Aidan.

No alcancé a levantarme antes de que Casey y Aidan llegarán hasta donde yo había caído. Tirada en el suelo, con el cabello sobre el rostro y con Jacob diez escalones más arriba riéndose, no era un buen momento para que Aidan me viera.

Sin mencionar que él ya sabia cómo lucia cada mañana, esto era peor.

Casey me ayudó a pararme, Aidan se quedó mirándonos y no movió ni un dedo. A veces su actitud me molestaba. No tenía ninguna enfermedad contagiosa ni tampoco lo iba a morder si me tocaba.

-Gracias, Casey -Le dije cuando me quitó el cabello del rostro.

-De nada. Aunque me gustaría saber cómo fue que te caíste.

-Porque es torpe, se tropieza con sus propios pies -dijo Aidan.

Eso dolió.

Marry Me ; Aidan Gallagher ADAPTACIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora