leche caducada

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Mamá:
¡Elizabeth! ¡Elizabeth!

Elizabeth:
Me sobresalté al escuchar la voz de mi madre tan exasperada, entré sábanas y mis enormes peluches intenté buscar el celular, lo encontré debajo de mi mapache de peluche y miré un poco borrosa la pantalla, eran aproximadamente las 9:20 entonces mi cerebro empezó a traducir los gritos de mi madre.

Son las 9:20 hoy es domingo y el servicio comienza a las 10:00 lo que significa que llegaré tarde a la iglesia y mi madre intentará fulminarme con la mirada.

-ok Elizabeth tranquilízate lo lograrás-

En mi mente me repetía una y otra vez esas palabras mientras corría a la ducha y buscaba algo decente en mi armario, después de tomar un baño y cambiarme en solo un minuto, me maquille como pude y creo que no quedó tan mal después de todo.

Bajé las escaleras lentamente temerosa de que mi madre saliera al encuentro y me colgará por despertar tardé, llegué con éxito a la cocina o eso creí...

Mamá:
¡Otra vez tardé Elizabeth!


Casi muero al escuchar su voz detrás de mi.

Elizabeth:
Madre lo sien.....

Mamá:
¡No quiero oír escusas asi que desayuna rápido!

No dije nada y saqué el cartón de leche del refrigerador mientras servía un poco de leche y delicioso cereal de frutas (en realidad creó que ésto no tiene ni pizca de frutas pero es delicioso asi que no me quejo) al probar mi cereal tenía un sabor asido y por un momento pensé que debía revisar la caducidad de la leche pero mi madre estaba en el pasillo así que mi voz interior me dijo: ¡CÁLLATE Y COME!.

El cereal tenía un sabor extraño pero me lo comí para evitar perder más tiempo, cuando termine dejé todo ahí, el cartón de leche y la caja de cereal, llevaba prisa y dije -vamos es tardé puedo ordenar todo cuando regrese-  sali de la cocina y fui al baño a lavarme los dientes y ponerme un poco de labial color mamey, cuando alcé la mirada vi mis párpados llenos de manchas negras incluso mi nariz también tenía una fuerte mancha negra, pensé: ¡ERES INCREÍBLE ELIZABETH!

Mamá:
¡Es hora de irnos! ¡Todos al auto ahora!

Elizabeth:
Espera que... ¿¡ahora!? noooo, me veo terrible.




Sin argumentos sali del baño y corrí por mi mochila gris, la tome y me meti al auto sin decir nada, sabía que mi mochila gris siempre me podía sacar de apuros como este, me sentí aliviada y cuando el auto ya estaba en movimiento abrí mi mochila y note que solo estaba mi suéter rojo y un cuaderno.... grité sin pensar ¿¡DONDE ESTÁN MIS COSAS!?


Mamá:
Baja la voz jovencita y si limpiaras un poco te darías cuenta que guardas muchas basura asi que limpié y tiré la mayoría de las cosas que estaban ahí, solo dejé lo que servía y lo guarde en el cajón derecho de tu tocador.

Mamá:
¿cariño que te paso en la cara?

Elizabeth:
Me manché de rímel y terminé así por eso estaban buscando mis cosas en la mochila, algo para limpiar este desastre de mi rostro.....

Mamá:
Ten cariño

Me da un pañuelo con algo de desmaquillante líquido y lo paso rápidamente por mis ojos y nariz, mamá venía hablando con papá y me ignoró un poco cuando le pregunté si ya no tenía manchas así que quise pensar que estaba bien y ni siquiera preguntarle a mi hermano mayor pues estaba en su mundo y era imposible regresarlo a este cuando estaba asi.

El nuevo vecinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora