Único.

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Un helicóptero aterrizó en aquella azotea de un edificio abandonado, probablemente en medio de la nada. Dos oficiales alfas, altos, fornidos y vestidos con unos trajes negros, lentes oscuros y armados, dejaron –aventaron– en el suelo a un chico omega, de baja estatura, confundido, y con ojos llorosos, aquél mismo que horas antes había estado caminando con tranquilidad leyendo alguno de sus estúpidos cómics con su mejor amigo JungKook, antes de ser drogado y secuestrado.

Suplicó y rogó por que no lo dejaran en ese lugar, pero en lugar de eso, solo vio como el helicóptero arrancaba nuevamente retomando su camino, abandonándolo ahí, a su suerte.

Comenzó a sollozar con más fuerza al ver al ya lejano helicóptero. Caminó hasta la orilla de aquella azotea y se planteo aventarse, probar su suerte, quizá sobreviviría, pero vamos, no era tan idiota para darse cuenta que caer desde 30 pisos de alto le aseguraría la vida, además, ¿a donde iría si sobrevivía? Todo estaba desierto.

Él solo quería ir a casa, ver a su madre, sentarse a jugar videojuegos o leer comics, por que, ¿qué hacía un mocoso de tan solo 17 años en un lugar  como ese?, es más, ¿que mierda era ese lugar?. Y sin querer fue desprendiendo feromonas debido a su miedo.

Desesperado comenzó a buscar una salida, o una entrada.

Sus ojos se toparon con una única puerta, inmediatamente corrió hacia ella y antes de abrirla, esta se abrió bruscamente haciendo que su débil cuerpo cayera hacia adelante con fuerza, logrando golpear su cabeza y su pecho lo suficientemente fuerte como para dejarlo sin aire, pero antes de que siquiera pudiera recuperarse, fue tomado sin nada de cuidado. Dos hombres con el mismo traje lo tomaron de sus brazos, levantandolo en seco, de un tirón. JiMin jadeó por el dolor.

El nuevo, eh, te estábamos esperando. ¿Cuantos años tienes, dulzura?.Preguntó un moreno con voz pervertida.

Un típico alfa fornido, guapo, pero que piensa que todos los omegas caerían a sus pies por eso.

—¡Suelteme!.Gritó con repulsión.

Relájate, pequeño, no te haré nada que tú no quieras.—Dijo el mismo a la vez que subía una mano para a acariciar los labios del chico, el cual sollozo con asco.

Ya déjalo, Joon, no seas idiota.—Gruñó el otro chico, uno igual de alto de hombros anchos.

Era beta, pues JiMin no pudo notar ningún olor o marca que lo delatara como alfa u omega.

—Oh, ¡vamos!, solo quiero divertirme un poco.—Sonrió lascivo e introdujo su dedo pulgar en la boca de Jimin, el cual apartó bruscamente su cara y sollozó con más fuerza.

—¡MALDITO ENFERMO PERVERTIDO, SUELTAME!.—gritó con fuerza.

«Solo quiero huir, dejenme huir»

—¡No me hables así, mocoso estúpido!.

Y una bofetada se hizo presente en su mejilla izquierda, dejándole un insoportable ardor.

—¡Te dije que no, Min nos va a tronar el cuello, maldito imbécil!

—Ya, Jinnie, relajate, hay que llevar a este inútil a su oficina, le diremos que así llegó, con la mejilla marcada.

—Como si nos fuera a creer.—Musitó con brusquedad el de hombros anchos.

Y sin cuidado alguno  fue arrastrado –literalmente– Por varios pasillos, todos oscuros, había uno que otro pequeño rayo de luz, pero no los suficientes para dejar ver claramente el lugar, muchísimas puertas, pero ninguna salida concreta, ¡ni siquiera habían ventanas!

Who Do U Love? ➡{YoonMin}.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora