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No hay nada mejor que estar en la escuela, a pesar de todo el ruido o las tareas siento que es el único lugar en el que puedo estar en paz.

—Siempre temprano joven Min— el conserje me da la bienvenida como todas las mañanas desde que aquel sujeto entro a mi hogar reclamándolo suyo. —Madrugar es bueno, además como podrías lidiar con todo este desastre— Sí, suelo llegar una hora antes de que las puertas estén abiertas para los estudiantes, y para matar el tiempo suelo ayudar al conserje, ya es algo mayor de edad y no puede hacer todo como antes así que brindo mi ayuda, es la única persona a la que confió cada problema de mi vida, es como el abuelo que nunca llegue a tener.

Las clases pasaban igual de aburridas, esa era la rutina diaria todo era escándalo, gritos, rumores, burlas, quejas cada que dejaban un trabajo cuando lo que todos querían era ya irse. Todos los días saliendo de clase corría directo a mi lugar favorito en el mundo. LY era una vieja academia de música que aún se mantenía de pie con los pocos estudiantes que le quedaban, cuando tenía ocho años mi padre me inscribió en esta academia, fue mi regalo de cumpleaños y realmente lo disfrute.

—Min Yoongi, diez minutos tarde.— a pesar del regaño había un tono dulce en aquella voz, Shin Su Ran, mi maestra y amiga; la única mujer que me acepta y que puedo aceptar en mi vida. Gracias a ella aprendí lo que era amar la música en si, esta mujer me dio un empleo en este lugar y yo aunque nunca me gusto enseñar o convivir con otros chicos acepte, todo sea por alejarme de aquella casa.
—Ellos son tus dos nuevos estudiantes se acaban de inscribir el día de hoy.

Me presenta a un chico pelinegro llamado Mark...no sé qué, yo solo observaba al otro chico, un lindo chico rubio, en su mirada se encontraba una enorme ilusión y felicidad. —Yoongi...— SuRan me señalaba a aquel chico. —como te decía él es Kim Taehyung.

Asiento y guio a los dos chicos a la sala junto a los pianos.

Repito, nunca me gusto enseñar, ni siquiera a mi hermano pero en esta ocasión había algo en la mirada de aquel rubio que me hacía sentir bien. Era un chico bastante cooperativo.
Clase tras clase, durante todo un año aquel chico siempre estaba sonriente y atento a cada palabra que salía de mi boca. SuRan no me había avisado que no abrirían ese lunes, cuando llegue a la puerta de LY me sorprendió encontrarme a Taehyung ahí, sentado en la puerta tocando una guitarra.

—Hola— saludo dejando de tocar, mostrando unasonrisa. >Una bella sonrisa cuadrada<
—Hola...hoy no esperaba encontrarte aquí.
—Yo solo estaba esperando por ti. 



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Este es un nuevo proyecto en el que estoy trabajando, espero y les guste.

TULIPSWhere stories live. Discover now