C U A T R O

7 1 0
                                    


El consejo

<<La carga sobre sus hombros fue aumentando a medida que seguía en ese lugar. Para ella el estar en Weston era algo con lo que tenía que lidiar. Sabía perfectamente que ese lugar era misterioso, pero le restaba importancia porque creía que solo eran cosas suyas, pero no. Terminó por confirmar que Weston era el territorio de los lobos más hambrientos, la casa de los misterios y el hogar de los secretos>>


¿En qué momento me metí en esto?

Cuando menos lo esperé estaba en medio de todos los presentes, me miraban como si me estuviesen juzgando y analizando, era bastante incómodo. Mi hermanito se encontraba a unos pasos de mí con el pecho agitado y sus mejillas rojizas. ¿Qué carajos está pasando?

Eric caminó hacia mí con una sonrisa diabólica.

—Dulce Anna, ¿Adoptaste dones de entrometida en New York?—dijo con desprecio y con un toque cínico y sarcástico en su voz.

Jake arrugó su frente—¿Anna?

—¡Cierto! Se me había olvidado informarte que la dulce Anna volvió de su viaje, lo siento por no haberte dicho pero a mí parecer no es un dato relevante, querido primo.

No sabía que era lo que me fastidiaba más: lo que decía, o el tono que utilizaba para decirlo.

—¿Anna? ¿Por qué no me dijiste que eras tú?—Jake parecía estar decepcionado, como si en realidad le importara. Que mentiroso te has vuelto, Jake.

—No creo que les importe. Sin mencionar que su presencia para mí no es grata, Jake.

Eric se acercó a mí con los brazos atrás de su espalda.

—El rencor es malo, Anna—susurró en mi oído.

La astucia de Eric era algo que podía destruir a cualquiera, la había usado contra mí por muchos años, esta vez me aseguraría que no fuera así.

—Tranquilo, Eric. No te guardo rencor, en realidad no mereces ninguno de mis sentimientos.

Carcajeó sarcásticamente—¡Vaya! ¡La pequeña Anna por fin ha aprendido el juego de las palabras! ¡Que maravilla!

—Al parecer tienen asuntos que resolver, pero yo no estoy para escucharlos queridos compañeros. Lenay, ¡Nos vamos!—ordenó Ben.

Eric apretó los puños y tensó la mandíbula para después dirigir una mirada firme hacía la rubia.

—¿Lenay?

—Lo siento Eric—caminó hacía Ben tomándolo de la mano.

Los musculosos, Ben y Lenay se fueron pasando junto a Eric y Jake. Se notaba que no estaban para nada felices, no me importaba, en realidad no me importaba, me iría pronto de aquí y dejaría a los primos Black fuera de mi vida definitivamente.

—Pet, nos vamos—Le ordené a mi hermanito quien se encontraba un poco abrumado.

—Anna, ¿Qué sucedió aquí?—preguntó mirando la cara ensangrentada de Eric.

—Nada que te importe, Peter. Vámonos.—Lo sujeté del brazo para irnos.

—¡No! —se soltó de mi agarre— necesito hablar con Jake.

¡Esto era el colmo! Nada, pero absolutamente nada me estaba saliendo bien.

—Tranquila, Anna, no mordemos—El idiota de Eric sonrió con una malicia tan fastidiosa ¿Cómo una persona podía irritarme tanto?

WESTON [El Hogar De Los Secretos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora