oh icarus, how long was the fall?

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one shot / 1212 palabras

"Dédalo era un gran constructor de Atenas, uno de sus grandes inventos fue el laberinto donde fue encerrado el Minotauro, hijo de Pasifae y un toro blanco (el cual vino a ser el desgraciado de Zeus, pero esa es otra historia).

Dédalo fue desterrado con su hijo Icaro al laberinto que se encontraba en una isla, ellos pudieron salir fácilmente del laberinto ya que Dédalo lo conocía a la perfección, otros dicen que fue Pasifae la que los ayudó en su fuga.

Eran detalles realmente sin mucha importancia, ellos aún seguían en la isla y tenían que ver una forma de escapar, no podían escapar por tierra ya que no había nada más que esa isla rodeada de mar, no podían escapar por mar ya que los barcos que salían de ahí eran bien revisados antes de partir.

Si , el rey de Atenas gobernaba tierra y mar Dédalo pensó en el cielo, ese sería su medio de escape."

Mark escuchaba atentamente a la clase, le gustaba mitología griega, es decir, a quien no. Sin embargo, ese mito ya lo había escuchado antes, ya lo conocía, se lo sabía de memoria, esa era la versión más conocida después de todo.

Poco a poco dejó de prestar atención a las palabras de la mujer y fijó su mirada en la de un chico de cabello castaño que se encontraba a unos asientos de él.

"Mark veía a lo lejos a Johnny que observaba el mar con anhelo y deseo de escapar, tenían que salir de ahí.

Obviamente Johnny era un constructor muy creativo y sus inventos nunca habían fallado, esta vez también sería así.

Mandó a su hijo en busca de plumas, todas las que encontrara, Mark obedeció y fue en busca de ella luego llevándoselas a Johnny que con cera construyó un par de alas, unas para él y otras para su hijo. Ambos saldrían de allí y no había nadie más emocionado que Mark. El joven que había estado esperando tanto tiempo, el día había llegado.

Ambos se colocaron las alas y las ansias de empezar a volar de Icaro eran bastante evidentes, Johnny sonrió sabiendo que saldrían de allí y tendrían una vida feliz en Silicia, a donde se dirigirían, y ya nadie mandaría sobre ellos.

Johnny le ordenó el no acercarse demasiado al sol ya que la temperatura del astro quemaría la cera y las alas caerían. Johnny estaba seguro que su hijo lo había escuchado fuerte y claro y que le obedecería.

Ambos se lanzaron al cielo con un manejo de principiantes en las alas, las cuales se empezaron a acostumbrar a la brisa y ambos se acostumbraron en cuestión de segundos a ellas teniendo un completo manejo sobre éstas.

Johnny estaba orgulloso de su invento una vez más, sonreía al volar con ellas y veía a su hijo igual de contento que él (o quizá lo estaba mucho más), la euforia de ambos al volar por encima del mar y alejarse de aquella isla.

Todo iba tan bien.

Cuando Icaro quiso probar sus alas, quiso probar hasta donde podria llegar. Se empezó a elevar más alto en el cielo, más alto y quería llegar aún más alto, pero la cera no se lo permitiría, ésta que se derretía y las plumas caían una a una, Mark ya yo no podía volar más alto pero empezaba a caer y caer.

Mark, ¿qué se sintió llegar tan alto?
¿era todo tan cálido?
Los rayos del sol que quemaban.
Empezabas a arder en el cielo azul y despejado.
Teniéndolo todo tan cerca y quisiste arriesgarlo todo.
Tú que por fin serías libre si tan solo la cera no se hubiera derretido.
Tu padre te vio decepcionado.
Mark, ya era muy tarde cuando te diste cuenta de lo que habías hecho.

icaro [markhyuck]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora