Tequila.

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No tenían nada en común más que una cosa: fueron rechazados por la misma persona, y tal vez eso fue lo que los unió.
Midoriya Izuku y Todoroki Shoto eran tan distintos, pero tal vez eso fue lo que les ayudó. Mientras que Midoriya tenía una sonrisa preciosa y una actitud brillante, Shoto con su aspecto bello y elegante lograba encantar a cualquiera menos a Katsuki Bakugou.
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-¡Ánimo Deku! Bakugou se lo pierde.
-Ochako sólo dices eso para hacerme sentir mejor.
-Deku ya no somos unos niños de primer año, sabes todo lo que pasó, si no te gustarán los hombres yo me hubiese quedado contigo.
La cara del peliverde se tornó a un rojo vivo mientras que la castaña a su lado reía.
-Deku vamos a un bar, no eres el único con penas.
-Tienes problemas porque así lo deseas Ochako, bien podrías decirle a Iida que le quieres y tú sufrimiento acabaría.
-¿Y qué me cambie por uno de sus libros nerds?
-No puedes decir nada de nerds si eres una, Ochako.
Y ambos rieron pues era cierto los tres eran nerds; Tenya que vivía con la nariz en un libro, Ochako que era una friki sin remedio e Izuku que era un otaku que se bañaba.
-Entonces ¿qué dices Deku?
-Vamos, ¿qué podría salir mal?
Y en ese momento ninguno de los dos lo sabía pero esa frase era como jugar con el destino, y el destino siempre ganaba.
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-Shoto no puedes deprimirte por esto, es Bakugou y aunque lo parezca ¿no pudo ser tan cruel verdad?
-Momo no me estás ayudando, debí haber llamado a alguien más.
-¡No soy tan mal apoyo! Además no tenías a quien más llamar.- entrecerro los ojos con una mirada acusadora
-Touché.
Y ahí ambos explotaron en carcajadas por saber que Momo estaba en lo cierto, Shoto no lo podría llamar a nadie porque no tenía a nadie tan cercano como ella.
-Vamos por unas copas Shoto, hoy yo invito.
-Gracias Momo.
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Ya en el bar Izuku estaba arrepintiendose de haber ido por dos cosas, una Ochako estaba más borracha que una cuba mientras el la cuidaba y dos ¡quien debería estar borracho era el no Ochako!
-Basta Uraraka, nos iremos ahora que aún puedes sostenerte.
-¡No Deku! Hay que divertimos un poco más.
-Uraraka estas borracha no puedes ni caminar bien, vámonos por favor.
-Esta bien, pero es injusto ¡cuando pones esa carita de perrito triste es imposible decir que no!
Ambos jóvenes estaban por retirarse hasta que en el camino Deku chocó accidentalmente contra una ancha espalda por no dejar caer a Uraraka.
-Midoriya ¿eres tú?
-Hola Todoroki.
-Nunca imaginé que te gustarán estos lugares.
-¡Oh no Todoroki! Es sólo que Uraraka quiso venir y la acompañé.- había tenido que poner de excusa a su mejor amiga ya que no podría decirle a Todoroki que le habían roto el corazón
-¡Eres un mentiroso Deku! ¡Yo vine a acompañarte a ti! ¡Tú eres el otro con el corazón roto!
-¡Pero yo no estoy borracho como una Cuba!
-¡No estoy borracha!
-¿Así que también tienen el corazón roto he?
- Si algo así.
-Vamos yo pongo la siguiente ronda.
-Lo siento Todoroki, Ochako ya esta muy borracha creo que es hora de irnos a mi casa porque si la dejo así en su casa nos matarán.
-Vamos Midoriya yo cuidaré de ustedes.
-¡Yo si quiero!
Así los tres compartieron una mesa y tragos de Tequila, hasta que Ochako después de dos rondas no pudo con el alcohol y terminó dormida apoyándose de la mesa.
-¿Así que un rechazo he?
-No es algo de lo que quiera hablar Todoroki, aunque eres muy amable por preguntar.- Una sonrisa triste se poso en su precioso rostro.
-Uh no te preocupes entiendo.
-¿Tú por qué estás aquí Todoroki?
-Lo mismo, aunque supongo que sabía desde el principio lo que pasaría.
-Te entiendo a la perfección.
- Eres muy tierno Midoriya.- no sabía si decir aquello que pensaba fuese a causa del alcohol.
-¿Q-qué?
-Siempre pensé que eres lindo eres algo así como un pequeño solecillo andante, iluminas cualquier lugar y brillas con una luz propia.- y otra vez ahí estaba Shoto hablando de más por culpa del alcohol
-Creo que tú eres más fuerte que yo Todoroki, con el corazón roto y aún así puedes seguir, yo en la misma situación estoy buscando un puente del cual tirarme.
Y las pequeñas risas inundaron el ambiente, que desapareció para darle un momento a aquellos dos.
-Bueno ahora si nos iremos Todoroki, a pesar de todo la noche no fue tan mal.
-Permíteme llevarlos creo que ni tú, ni Uraraka están en condiciones.- mientras decía esto arqueo su ceja.
-No creo que estés mejor que nosotros.- dijo entre risas Izuku.
-¡Oh yo no! Pero Momo si.
Ambos siguieron riendo uno porque no sabía que la pelinegra estaba allí y el otro por ver al pecoso con su precioso rostro desfigurado por la risa.
-Bueno si es así aceptamos que nos lleven.
-Bueno más bien aceptas tú por ambos, porque Uraraka esta más inconsciente que nada.
Y el ligero ambiente de risas volvió a emerger. Al llegar al pequeño lote de departamentos en donde vivía Izuku, Shoto ayudo a bajar a Uraraka (no porque Izuku no pudiera si no porque aún no quería dejarle ir).
-Muchas gracias por todo Todoroki, hoy ha sido una buena noche.
-Me alegra saber eso Midoriya.
Entonces Izuku tomo en brazos a la inconsciente Ochako listo para subir a su departamento, pero Shoto le detuvo.
-Midoriya.
-¿Si Todoroki?
-¿Tal vez podríamos salir en otra ocasión?
-Me parece bien Todoroki, que tengas buena noche y agradecele a Momo por favor.
-También descansen Midoriya, le daré el agradecimiento a Momo.
Así el bicolor vio partir al pecoso hasta que se percató de algo, el ya había estado en ese lugar y es que ¡Bakugou vivía a un par de apartamentos de Midoriya! ¡¿Cómo pudo olvidarlo?! Así claro lo olvidó por unos bonitos ojos verdes y unas cuantas pecas que en la blanca piel de su dueño parecían unas hermosas estrellas. Sacudió su mente de aquellos pensamientos.
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En los días posteriores a ese ninguno de los dos pudo dejar de pensar en el otro y aunque los recuerdos que tenían eran borrosos se sentían bien. Así fue como Todoroki motivado por la agradable noche que habían pasado se animó a preguntarle a Izuku si saldría con el.
-Midoriya- las manos le temblaban pero gracias a su estoico rostro podía disimular lo nervioso que estaba
-¡Oh Hola Todoroki!
- Yo sólo... sólo quería saber si...
-¿Si qué, Todoroki?- aunque el bicolor no lo notara Izuku tambien estaba nervioso sus piernas temblaban y sus manos sudaban, aunque Izuku se había pasado toda aquella semana deseando que Todoroki le invitará a salir.
-¿Quieres ir conmigo mañana al cine? Claro como amigos.
-¡Si Todoroki! C-claro como amigos.
Ninguno sabía que aquello que comenzaba a florecer entre ellos no era otra cosa si no......amor.

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