Secta De Ángeles

Secta De Angeles

Capítulo-1
Era una noche oscura, realmente fría, se podía admirar la luna llena a gran distancia atreves de las secas ramas del bosque. Había olvidado la razón por la cual estaba merodeando por este gran bosque a medianoche, comencé a sentir una gran angustia, no podía deducir porque, escuchaba leves susurros a mí alrededor, como si algo o alguien me llamara. Me senté en la tierra, fatigada, por tanto caminar sin sentido alguno, no tenía fuerza alguna para seguir, me recosté sin temor a ser atacada por algo.
¿Pasos?, pasos, pasos, la única palabra que retumbaba en mi interior, seguía escuchando la misma palabra una y otra vez, cada instante cada segundo, no se detenía, en un instante reaccione, desperté, y me había dado cuenta que tan solo estaba dormida, teniendo algún tipo sueño o pesadilla, frote mis ojos para tener una visión más clara, aún seguía algo dormida, levante la mirada y de pronto lo vi, asombrada, no dejaba de mirarlo, sentía que podría seguir estando dormida, me percate que el aún no se había dado cuenta que yo estaba detrás de él.
Me levante, comencé a observarlo mucho mejor, tenía una gran capa negra junto con un gorro, sentí curiosidad, ¿Quién era?, ¿Qué hacía en el bosque?, ¿Por qué vestía de esa manera?, realmente sentía miedo en ese momento, pero tuve la necesidad de llamar su atención -Ho-o-hola- volteo de reojo y simplemente sonrió, pero no cualquier sonrisa, una sonrisa realmente perversa e inquietante, arranco su capa, me sorprendí que tenía unas grandes alas negras mucho más grandes que su cuerpo diminuto, las extendió a gran velocidad, y de un segundo a otro se elevó al cielo negro de la noche, quede atónita, mi corazón latía a gran velocidad, estaba tensa e inmóvil, no sabía que pensar en ese instante, simplemente estaba en blanco, todo se volvió oscuro, simplemente sentí como caí al duro suelo.
-Despierta, despierta, ¡Despierta!- Lo decía una voz preocupada
Abrí mis ojos y lo primero que observe era un chico con cabello pelirrojo de pie junto a mí.
-¿Quién eres tú?- dije con una voz desorbitada.
-Acabo de salvarte la vida y lo único que haces es preguntar mi nombre como si fuera algún maniaco- soltó una carcajada.
Observe a mi alrededor y supuse que tenía razón ya que estaba en un cuarto con un ambiente agradable, recordaba que estaba realmente frio el bosque por donde merodeaba.
-Y bien...- dijo como si quisiera que dijera algo.
-¿Qué?- lo mire de reojo.
-¿Cuál es tu nombre?- lo pregunto mientras se sentaba a un costado de la cama
-¿Nombre?- grite en mi interior, nombre, nombre, nombre ¿Cuál es mi nombre?, ¿Quién soy?, comencé a temblar y todo me daba vueltas haciendo que me provocara nauseas.
-¿Te sientes bien?- frunció el ceño.
-No, no me siento bien- trague saliva.
-Respira conmigo, inhala, exhala- lo dijo una y otra vez, que sentía como me calmaba. -¿Mucho mejor?
-S-s-si - me sentía mucho mejor pero aún no había ordenado por completo mis pensamientos.
-¿No recuerdas nada?- lo dijo mientras tocaba mi frente.
-No- volví a tragar saliva.
-¿Al menos recuerdas que hacías en el bosque?- miro por la ventana.
-Solo recuerdo que estaba realmente cansada y...- quede sin palabras al volver recordar aquella criatura con alas gigantescas, pensaba que si decía lo que había visto la noche anterior no me creería.
-Y ¿Qué?- miro directamente a mis ojos.
-Creo que me desmaye, sinceramente no recuerdo- baje la mirada.
-Vaya, eso será un problema, no recuerdos, sin memoria, ni algo que pueda identificarte- dijo angustiado.
-Lo siento...- lo dije mientras me dirigía a la puerta.
-¿Te iras?- dirigiéndose a mí.
-No lose- dije abriendo lentamente la puerta.
-Supongo que tienes hambre- levanto una ceja