Sentía que le faltaba el aire. Se sentía asfixiado, todo le daba vueltas, con cada paso que daba su situación empeoraba, los nervios el miedo y los recuerdos le invadían la mente y es que no era para menos, estaba apunto de perder lo más importante de su vida... Su hijo, su único hijo Omega, su amado Peter
*Recuerda aquel dulce di en que su cachorro nació, tan pequeño, tan frágil, tan lindo, cuando brío sus ojos por primera vez sintió que un pedacito de cielo le había sido regalado y el con todo el amor del mundo se encargaría de cuidar, claro que su amado esposo arruino su momento quitándole al bebé*
El corazón e empezó a latir con fuerza, por un momento creyó que le iba a dar algo, con un fuerte suspiro siguió avanzando, temía llegar a su destino. Estaba asustado, como nunca en su vida lo había estado.
*Cuando su cachorro camino por primera vez, oh cielos, casi le da un ataque, y no porque algo malo haya pasado, todo lo contrario, Steve y el se habían ido de misión, dejando a su pequeño de año y dos meses en casa con Pepper cuidándolo, al llegar su bebé que se encontraba con algunos moquitos y lagrimitas en su carita jugando muy triste en el suelo del livig en cuanto los vio como si fuera arte de magia su bebé se levantó y corriendo se apresuró a ellos y cuando llegó con ellos se abrazo a su pierna mientras empezaba a llorar otra vez, ambos se agacharon y abrazaron con amor a su retoño*
*Sus primeras palabras fueron uno de los recuerdo más hermosos que le llegó a la mente. "Mami" esas fueron sus palabras, había llegado de un viaje de dos días donde Steve se había quedado a cargo de su bebé que lloraba todo el día en espera de que su mami volviera*
Se detuvo un momento, no sabía qué hacer, sabía que si seguía avanzando, perdería a su bebé, no se había sentido tan vulnerable desde aquella vez que Peter entro al kinder, o vaya que le dolió.
*Las lágrimas no paraban de brotar de sus preciosos ojos color miel, ver cómo su tesoro entraba a aquel edificio con un poco de miedo y a la vez alegría en su carita mientras aún una pequeñas lágrimas se asomaban en sus ojitos, despidiendo a sus padres con la manita que tenía libre ya que la otra era tomada por la maestra que lo llevaba adentro con el resto, si, su bebé y el no había parado de llorar, al principio solo el infante, después el, su marido fue quien los separo entregándole a esa señora y apartando lo de su protección. Pero no lo podía culpar sabía que tenía que hacerlo tarde o temprano, aunque admitía que dolía mucho, Steve lo reconfortó un rato, después ambos se fueron a casa, se sentía devastado. Al llegar la hora de salida de su bebé Tony se encontraba ahí, había llegado 20 minutos antes por si acaso, vio salir a su niño con una sonrisa y una hermosa estrellita en la frente, corrió directo a su papi y lo abrazo, el lo tomo en brazos y juntos se fueron caminado al parque mientras Peter le contaba como le había ido en su primer día y también los amigos que había hecho*
Con energías renovadas siguió avanzando y con sus pasos también sus recuerdos.
*La secundaria, fue una etapa difícil, lidiar con un adolescente rebelde y hormonal no fue nada fácil, mucho estrés de por medio, Peter se sentía grande y que podía salir con sus amigos cuando quisiera, le provocó muchas desveladas, mucha preocupación, cuando su bebé se dio cuenta del daño que le hacía paro, estaba mal, pálido, ojeroso, todo por esperar y velar siempre por el bienestar de su retoño, no se quejaba, el siempre cuidaría a su Peter, aun si eso implicaba no dormir ni comer casi nada de la preocupación y los nervios. Le había pedido perdón, y con el tiempo pedía permiso para salir con sus amigos, llegaba más temprano, y cuidaba de su él*
Cuando estuvo frente a la puerta tocó ligeramente, un "adelante" se escuchó, a entrar se encontró con su hijo, con una sonrisa más brillante que el sol, su aroma era fuerte y dulce, se notaba desde kilómetros su felicidad
Peter: Papá pensé que no llegarías, me prometiste que me ayudarías a arreglarme
Tony: Ya estoy aquí cariño
Tomando sus manos lo sentó frente al espejo, lo ayudo a peinarse, depilarse, arreglar sus uñas, incluso se tomaron un breve momento para admirar un álbum, donde los recuerdos transcurrían poco a poco
Wade Wilson, ese era el nombre que lo llevo a la perdición, le arrebató su vida entera, ese era el nombre del hombre que enamoro a su pequeño.
*Cuando Peter llegó a preparatoria conoció a Wade, un chico raro, muy loco, pero de buen corazón, no era demasiado atractivo, pero era un gran bromista, se enamoraron a primera vista, y ese chico había llegado para quedarse, soporto sus chantajes, sabotajes, las intoxicaciones estomacales que le había provocado con ayuda de Loki, etc. Incluso llegó a ganarse a Steve ese chico, no se fue y ahora, no se iría nunca*
Cuando Tony volteo a ver a su retoño lo encontró arreglado, era el Omega más hermoso que había visto, su cabello bien peinado con un pequeño tocado de flores y un pequeño velo, traje blanco y en sus manos el ramo con preciosas flores, su hijo se iba a casar, se iba a ir de su lado
Peter miro a su papá y esbozando una sonrisa más grande se a él y lo abrazó con mucho cariño
Peter: Gracias mami, gracias por todo lo que has hecho por mí todos estos años
En cuanto escucho a Peter decirle así no lo soporto más, se aferró a él y con lágrimas en los ojos lo separo un poco de él, le sonrió, hace mucho que no le decía así. Mami..
Tony: Siento que no fue suficiente
Peter: Te equivocas, hiciste mucho por mi, sacrificaste tanto por mi
Tony: Y lo volvería a hacer sin dudarlo
Ambos se volvieron a abrazar dejado salí un par de lágrimas, después sintieron un par de brazos más grandes y fuertes rodearles, voltearon a ver y se encontraron con Steve
Steve: No es justo que me excluyan, yo también soy tu padre
Peter: también te amo papá, los amo a los dos
Compartieron un último abrazo, después, los tres se fueron juntos rumbo a la iglesia, dejó que Peter y Steve se adelantarán un poco mientras el con una pequeña punzada en el corazón y lágrimas en los ojos le venía un último recuerdo
De cuando su hijo tenía 5 años
*Peter: Yo no le quiero casar, me quiero quedar con ustedes para siempre
Steve: Eso lo dices ahora, después ni siquiera nos recordarás
Peter: No es verdad, yo lo juro, nunca me voy a casar, me voy a quedar con ustedes por el resto de mi vida
Tony: Hay cariño*
Tony: Steve tenía razón
Encaminándose más logró llegar al auto donde su hijo lo esperaba para poder ir a la iglesia
Si tan solo hubiera cumplido su juramento, no lo culpaba, después de todo... Ya no era un niño. Pero para el siempre sería su bebé.