Suspiró.
Inhaló y exhaló con frecuencia, la tristeza se presentó de manera inmediata, su mirada se tornó borrosa y lágrimas silenciosas surcaron su rostro terminando en su mandíbula. Su respiración se tornó difícil, ahora sollozando, siguió jalando su maleta.
Sus piernas temblaban al caminar por la conocida ruta, el viejo edificio se mostraba al fondo imponente.
Tweek regresaba al edificio de acogida por séptima vez, la adopción con los Stoch no funcionó, y lamentablemente el blondo fue regresado.
Al llegar fue recibido por la señora Cartman, la cual lo abrazó apenada, Tweek observó el lugar sintiéndose cansado y desanimado, el siempre esperaría por una familia. Aunque eso conlleve a su destrucción emocional, por qué ser adoptado por una familia una vez y ser devuelto al casi una semana es doloroso y emocionalmente decepcionante. Pero ser acogido por 7 familias y ser devuelto era algo negativamente alto que destruía sus esperanzas de encontrar un hogar.
Había pasado ya 6 años en el centro de acogida, y ahora con doce años sus posibilidades se disminuían de gran manera, porque los adultos prefieren a un bebé que al adolescente que es ahora.
Tweek caminaba, cualquiera notaría la tristeza en su andar, se dirigió a su pieza, saludando a unos cuantos mientras llegaba a su refugio. Cuando llegó a la conocida habitación, sintió la aspereza de la madera al mover la vieja puerta de caoba. Un rechinar se escuchó bajo sus finos pies al momento de entrar, el sonido aumento al pasar con la maleta, se detuvo enfrente de su cama, ahora dejándose caer a está. El rechinar de los resortes de la cama se sintió fuerte en sus oídos a medida que se movía, así como también el dolor en una de sus piernas al clavarse un viejo resorte del colchón. Tweek inhaló profundamente, tosiendo después por sentir el polvo en su nariz, se dió la vuelta, quedado boca arriba, se dispuso a mirar el agrietado y desgastado techo, mientras divagaba en sus problemas.
