“Take my hand….Take my whole life too… but I can’t help, falling in love with you.”Palabras, que aprendí a decir y me atreví a hacerlo contigo. Sé que jamás nos llevamos bien, te molestaba en todas las clases que podría, cuando nos tocaba por azar del destino trabajar en el mismo grupo, me invadía alegría tanto por el hecho de que podía hacerte una broma, pero más que nada… El poder tenerte tan cerca conmigo.
[I] “Guido Mista…” decía el profesor mi nombre, y luego pasaba el lápiz por toda la lista de estudiantes. Tu solo cerrabas los ojos y movías los labios, y yo claro sabía que estabas musitando
-Por favor… No, por favor-
“ Panacotta Fugo” dijo, y así como tu abriste los ojos parar mirar al maestro, yo reaccione para mirar a todos lados
¿Hablaba enserio?
Sin embargo, el destino en esta ocasión parecía que era cierto, hasta el momento en que tuviste que levantar la mano y mirar al maestro.
“¿sí?” Pregunto, mientras se miraron los dos
“No tengo equipo” dijiste, y él volvió a mirar la lista que tenía en su escritorio.
“Es cierto” confeso, sin mucho asombro y nos miró a los dos. Como Fugo tomaba una silla para sentarse junto a mi banco “Puedes juntarte con ellos dos…” señalo, y tu miraste hacia donde apunto, mientras yo indiscretamente fingía poner atención al trabajo que había puesto para nosotros [/I]
Pero era momento de que aquellas bromas, o juegos que te provocaba literalmente desaparecieran y se volvieran algo más.
-Giorno- hable finalmente, al día siguiente después de haber salido de clases, disfrutar el viernes libre y ahora sábado, nos reuniríamos con Fugo, después de que él saliera de su trabajo. Pero tú a duras penas me miraste, y yo trate de sonreír.
-Gio, te estoy hablando- insistí
-No me digas así, además ¿Qué quieres, te puedo oír?- te quejaste, y yo respire profundo
-Quiero disculparme- confesé, tratando de no morderme la lengua, por cada palabra que mencionaba. Mientras tú, parecía que perplejo te quedabas.
-¿De que estas hablado?- preguntaste de nuevo, y yo podía sentir con facilidad el rubor de mis mejillas volverse real.
Abrí mi mochila, abrí un cuaderno alborotado y dentro de él, tome el sobre que aprendí a hacer con pegamento y papel una noche anterior, y te lo entregue. Dejaste mi mano extendía no sé por cuanto tiempo, hasta que hable para sacarte de los pensamientos.
-Se me caerá el brazo, si no la tomas- me queje, y apenas parpadeaste para tomar el sobre, con una pequeña carta al interior
La viste, dudaste, nos quedamos quietos de pie uno frente al otro, y yo inquieto y desesperado como jamás en toda mi pequeña, corta y jodida vida, trate de ver alrededor tan solo para darme cuenta que irónicamente estábamos solos los dos. Sin nadie caminando por las calles de alrededor.
Sin embargo el sonido de papel rompiéndose capto mi atención, no pude evitar mirarte, el como abrías el sobre y lentamente sacabas aquella hoja de papel maltratada, para poner el sobre bajo tu brazo y lentamente ver tus ojos deslizarse por cada línea para leer aquello que trate de escribir una y otra vez, desperdiciando hojas de papel para que ahora te viera tan fijo, leyendo aquellas líneas, que lentamente suavizaron tu mirada en una forma extraña.
Hiciste gestos, por más que intentes negarlo. Movías los labios, mientras repasabas una que otra línea y aunque jugabas con tu boca, te mordiste solo una vez los labios y parpadeaste varias veces, al final en una línea te hice reír. Supongo que debió ser, por lo hermoso que te describí, pues tus mejillas coloradas también descubrí, y parpadeaste varias veces, donde yo conté mas de tres.
Intentaste cerrar la hoja, doblarla de nuevo y guardarla de vuelta en su sobre, pero parecía que algo de torpeza te invadió, y la hoja cayó. Reaccione y me incline por ella, así como tu hiciste lo mismo y ambos tocamos la mano. Típica escena de película, que todo mundo desea y yo la obtuve.
-¿Y bien?- murmure, con la garganta tan reseca y te mire directo a los ojos. Te quedaste mudo
-¿Me perdonas?- pregunte
-¿Cómo sabes tanto de mí?- me contestaste, evadiendo mi pregunta, y solo note los ojos brillar. No sabía si ibas a llorar -¿Cómo pudiste saberlo, si mi madre apenas pudo notarlo?- preguntaste de nuevo, y arrancaste la hoja de mi mano para doblarla y guardarla sin cuidado en la bolsa de tu chaqueta. No sé si quisiste huir, pero yo solo te jale del brazo hacia mí.
-¡Mista, suéltame!- gritaste, no hice caso y te mire directo a los ojos tan solo para atreverme a besarte pero tan pronto sentiste mis labios sobre los tuyos me empujaste, pero no te solté
–No lo hagas de nuevo…. Mista, no lo hagas- dijiste, rompiendo el beso, evitando quebrar en llanto y yo me arme de valor.
-Yo lo sé, porque lo soy… porque me importas y porque me gustas- hable, sabiendo que no tenía sentido –Te molesto porque sé que solo así puedo tener tu atención, te hablo de esta forma porque es la única manera de poder hacer que me veas, que me digas cualquier cosa, por hacerme sentir tan solo un poco… cerca- hable, evitando perder el contacto, evitando dejar de verte a los ojos. Hermosos ojos verdes.
-Giorno- murmure, y tú solo negaste. Sin embargo te apreté más a mí, y antes de que tú pudieras empujarme una vez más, te bese en contra de la voluntad. Me pegaste, me trataste de apartar de nuevo pero mi fuerza de voluntad pudo más, y tu deseo de querer también te traiciono.
Supuse que cerraste los ojos, al igual que yo cerré los míos. Que apretaste mi chaqueta, así como te sujete de tu cadera, mientras mis labios insistían y tú lentamente cedías, a corresponder aquel beso que desde tantos días, sabía que llegaría.
Feliz.
- Mista- murmuraste, ocultando tu rostro bajo mi cuello, tan pronto la falta de aliento hizo romper el beso. Yo solo te abrace, y bese tu cabello, estaba hipnotizado, realmente enamorado, que no podía creer que lo había logrado, a cambio de que me pidieras algo
-No le digas a mi padre--Lo hare, cuando tu estés listo- conteste, e irónicamente te apartaste de mí, tan solo para limpiarte el rostro y dirigirme una sonrisa que sabias, me fascinaría.
-Pero también… debes hacer oficial esto- dijiste, y yo quede totalmente perplejo – Mista…- insististe, y yo a regañadientes y complaciente accedí
-Bien… Giorno, quiero preguntarte algo- hable, notando tus mejillas con más rubor otra vez, y la sonrisa en ambos volvió a aparecer. Te tome de la mano, y me miraste a los ojos -¿Quieres ser…-
-Si- interrumpiste, sin dejarme terminar tan solo para abalanzarte hacia mí, abrazarme y besarme. Todo en un pequeño instante, que luego tuvimos que terminar, pues no tardaría Fugo en llegar y un par de bebidas fuimos a comprar.
-Una copa, para ti- bromee, manteniendo todo como era antes, pero sabiendo que ya había algo más entre nosotros dos. Fugo echo a reír, y tan pronto teníamos los refrescos en las copas que compramos te la di para tomar un trago.
-Un brindis… por el estrés de los maestros- bromeo Fugo, los tres echamos reír
-Un brindis... porque eres mi como hermano mayor- le conteste a él, y Fugo me abrazo alborotándome el cabello.
-Un brindis porque terminemos pronto- dijiste tú, y Fugo se quejó, diciendo que pensaras algo mejor. Pero los tres emprendimos la marcha a terminar la tarea, y tener pronto nuestro fin de semana solo para los dos, sin embargo una vez más detuviste tu paso y aprovechando el descuido de Fugo, te acercaste a mí y besaste mi mejilla sin aviso alguno
-… y un brindis más, porque te quiero- escuche tus palabras, y yo robé un beso de esos suaves labios.
Era un tonto enamoradoYo también te quiero, Giorno Giovanna.

ESTÁS LEYENDO
Escolar GioxMis (One shot)
FanficUna escena random, con mención de personajes Jojos Bizarre Vento Aureo. Es corto, tierno y...listo.