Sandra sufrió mucho en su pasado por culpa de su padre, pero juró vengarse de gente como él, haciendo su nuevo trabajo. Aquí conocerá a el asesino más perfecto de toda Corea, Jeon Jungkook.
Me desperté algo confusa cuando imagines de la noche anterior pasaron mi cabeza. Sunny entró en mi habitación y nada más que me vió se tiró encima mía.
-Sunny: Estab relamente preocupada. Cuando me fuí, iba a hablar con Jungkook, pero al volver ya no estabas. No pensé que te fueras a ir sola.
-Sandra: Pero estoy bien, además llevaba mis armas.
-Sunny: Lo sé, bueno ahora cambiate, el hombre despertó.
Mierda. Bueno, ese se iba a enterar muy bien de quien soy. Cuando se quitó de encima mía, me acerqué al armario.
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Mi amiga me acompañó al sótano, donde se supone que Jungkook nos esperaba junto al hombre. Al entrar le ví, su cara expresaba miedo y nerviosismo.
-Sandra: Quitalé la cinta de la boca.
Sunny se lo quitó.
-Xx: ¡ESTÁN LOCOS! ¡SACADME DE AQUÍ! -por alguna extraña razón sentí que este hombre no era como parecía.
En eso la risita de Sunny me saca de mis pensamientos.
-Sunny: Claro que no te vamos a sacar, vamos a turturarte como lo hiciste con tu difunta esposa y tu hija.
-Xx: ¡¿QUÉ?! YO NUNCA HICE ESO.
-Jk: ¡No mientas capullo! -le clavó una nava en su pierna y el hombre gritó de dolor.
Al desconocido pude verle lagrimas salir de sus ojos y gritar con fuerzas. Su mirada se conectó con la mía, ahí fué cuando dudé sobre él. Me miraba pidiendo ayuda, y tuve que aparta la vista, sinceramente no podía ver esto. Al cabo de unos minutos lo volví a escuchar gritar, se había llevado un puñetazo por parte del castaño. Bueno uno solo no, se llevó varios.
-Xx: PORFAVOR NO TENGO NI IDEA DE LO QUE HABLAIS, OS PIDO POR DIOS QUE NO ME HAGAIS ESTO.
No podía, no podía quedarme así.
-Sandra: ¡PARAD! -grité furiosa.
Mis amigos me miraban en silencio confusos, mientras el hombre me susurraba agradecimientos como pudo.
-Sandra: Basta por hoy.
Y dicho esto salí, para encerrarme en mi cuarto a llorar. Me gustaba hacerle pagar a la gente por lo que han hecho mal, pero eso hombre no era lo que decían. Tenía que averigüar lo que estaba pasando. Desde que entré, lo ví confuso, cosa que me hizo dudar desde un principio, ya que se supone que debería estar tranquilo. Cuando Jungkook le clavó eso, sus lagrimas, nunca nadie habia llorado cuando los mataba. Encima su mirada de suplica y su gracias al final me dieron a entender de que algo andaba mal, alguien nos estaba engañando. Y no era precisamente él.
