El padre de NamJoon había prohibido a muerte cazar a los humanos y sólo en defensa propia podían atacarlos, no muy convencidos los lobos estuvieron de acuerdo con la nueva Ley que su padre había impuesto, pero lamentablemente eran más lobos los que...
Hoseok se levantó de la mesa donde había estado comiendo —Jimin hoy te toca lavar los platos con NamJoon.—Jin en verdad no podía creerse todo lo que los hermanos Kim comían, devoraron el enorme Salmón que Jimin trajo en minutos, pero los entendía Hoseok hizo un sabroso Sushi con él.
—Por cierto, Jin, mañana iré a comprar algunos víveres ¿Quiere venir conmigo? —Preguntó mirándolo. El Omega mayor insistió. —Bien entonces ¿Quién de ustedes Alfas nos llevara? —Burló el Omega, Hoseok tenía prohibido salir solo le había comentado que siempre tenía que ir acompañado de uno de sus hermanos.
—Mamá cocino y todos saben lo que significa, se acabó toda la harina para hornear así que necesito más.
—Yo puedo, mañana sólo tendré una clase con los cachorros—Habló Jimin mientras levantaba los platos de la mesa, enseñaba a los cachorros de la manada a cazar, según Hoseok le había dicho era una de sus tantas labores.
—Pues bien, NamJoon tienes que ir a ver a nuestro padre, lleva a YoonGi estoy seguro que le alegrará verlo—dijo Hoseok suspirando y mirando a YoonGi quien se encontraba comiendo una galleta tranquilamente.
En la cena Jin había estado muy pensativo, pensado en todo lo que sabía sobre la manada de NamJoon, no había podido hablar nada con él respecto al tema, pero tenía mucho interés por saber todo acerca de su nueva manada, quería conocer más cosas de NamJoon, saber más de él y su familia.
Jin entabló una amena conversación con YoonGi a petición de Hoseok, el Omega mayor supo que YoonGi era el más callado y reservado de los hermanos Kim, lo supo cuando solo insistió y respondió de forma cortante y seria a sus preguntas, a pesar de eso Jin notó que YoonGi se esforzó en hablar con él, después de que NamJoon y Jimin terminarán de hacer su tarea de lavar los platos, se sentaron junto a ellos, en la sala de estar en donde estaba la hermosa chimenea cubierta con pequeños ladrillos rojos que les proporcionaba calor.
—Es cierto, nuestra madre nos hacía comer Saengchae ya que ha ninguno de nosotros nos gustaba—dijo animadamente Hoseok.
—Odio ese platillo asqueroso. —Habló NamJoon uniéndose a la conversación. —Cuando averiguo que a ninguno de los cuatro le gustaba, preparo eso por casi toda una semana...
—Si lo recuerdo, el único que comía eso, sin vomitar era YoonGi—Contestó Jimin haciendo una mueca al hablar.
El ambiente que se había desarrollado era agradable, risas y anécdotas chistosas era todo lo que se escuchaban luego de un tiempo de mucha charla todos se dispusieron a ir dormir.
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El sonido de los pájaros en la mañana siempre había tranquilizado a NamJoon, miró por la ventana, nevaba admiró por unos segundos los blancos copos de nieve que caían con delicadeza del cielo así como se derretían en los pinos y árboles que crecían en el bosque, el calor de la casa era cálido a pesar de que el fuego de la chimenea estaba casi extinto, NamJoon miró a su lado, encontró a Jin durmiendo entre su pecho y sin darse cuenta sonrió ante la adorable escena.
