Aquí mi aporte a la KiriBaku Month de este año, no participaré en demasiados días, pero sí quería poder hacer algo y participar.
¡Por favor, disfruten!
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Día 6. Fanboy.
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Bakugou sólo lo admitía cuando la soledad de su cuarto se hacía demasiado inmensa y la oscuridad de la noche era su más fiel compañera, ni siquiera lo decía siendo demasiado conciente, él sólo lo sentía y lo hacía, de sus labios escapaban todos los secretos que ocultaba tras su fachada.
No podía evitarlo, lo había intentado, pero de una u otra forma terminaba cayendo en pecado y el infierno abría las puertas para él, Katsuki no dudaba un segundo más en entrar.
Como si no estar en el acto le hiciera entrar en abstinencia y no pudiera pensar en nada más que en ello.
Estaba tan mal.
Por el día se dedicaba a estudiar, pasar el tiempo con sus amigos y trabajar, era alguien poco sociable pero de alguna manera había conseguido una buena cantidad de amigos.
Él vivía tranquilamente hasta que la soledad de su departamento le hacía sentir libre, era libre de hacer lo que quisiera y por supuesto él tenía una actividad que le encantaba hacer.
Más bien era como una rutina... ¿para evitar el estrés?, ¿algo de relajación?, le daba igual el nombre, no pensaba en ello porque era seguro que terminaría llamándolo con el patético nombre que merecía su adicción.
Perversión.
Fanatismo.
Jirou adoraba una banda de Rock y para molestar a su novio Kaminari, mencionaba de como si tuviera la oportunidad, se metería con el guitarrista, sin dudarlo.
Mina adoraba una chica que hacía maquillajes en instagram, siempre decía que ella era su tipo ideal, que sin dudar lo intentaría con ella.
Bakugou estaba obsecionado con Red Riot.
Un actor porno.
Ante la tan ansiada soledad de su departamento, la noche cayendo sobre sus hombros y la tensión deseando ser liberada, Bakugou entraba en su cuerto y aunque vivía y gozaba de soledad, cerraba su puerta con seguro, como si ese momento perteneciera sólo a él, nadie más podía obtener un poco del manjar que gozaba todas las noches.
Terminaba acostado en su cama e de una u otra forma, cuando el reloj marcaba las 12, sus dedos se movían con rapidez, buscando su lista de vídeos favoritos.
Un chico pelirrojo, fuerte y alto aparecía en su vista, y su miembro reaccionaba al instante, era tan difícil poder controlarse, se estaba saliendo de sus manos.
Sin embargo, por aquel instante, nada importaba.
Red Riot era un coqueto por naturaleza, al menos eso demostraba ante la cámara, siempre intentaba seducir un instante antes a su compañero, un baile, un juego previo, él los atendía tan bien.
